Última gran lluvia de meteoros del año antes de Navidad

Conocida como las Úrsidas, traerán destellos brillantes

Gente mira al cielo en un observatorio en Avren, Bulgaria.
Foto: AP
Ciencia
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Nueva York, Estados Unidos, 18 de diciembre. La última gran lluvia de meteoros del año, conocida como las Úrsidas, alcanzará su punto máximo pronto, trayendo destellos brillantes a los cielos nocturnos y de madrugada. Comparada con otras lluvias de meteoros, es más moderada, pero los expertos dicen que aún vale la pena echarle un vistazo.

Las lluvias de meteoros ocurren cuando rocas espaciales golpean la atmósfera de la Tierra a velocidades extremadamente altas y se queman, ganando colas de fuego, el final de una "estrella fugaz". Los meteoros aleatorios son visibles desde la Tierra en cualquier noche despejada, pero las lluvias de meteoros más predecibles ocurren anualmente cuando la Tierra pasa a través de corrientes de restos cósmicos de cometas o asteroides.

Las Úrsidas alcanzan su punto máximo desde la noche del domingo hasta la mañana del lunes y serán visibles hasta el 26 de diciembre desde el hemisferio norte. Los observadores del cielo suelen ver de cinco a diez meteoros por hora durante el pico y hay una posibilidad de estallidos de hasta 25 meteoros por hora, según la Sociedad Estadounidense de Meteoros.

Qué tan activa aparecerá una lluvia desde la Tierra depende de la cantidad de escombros y del brillo de la Luna, que puede ocultar los meteoros brillantes. Las Úrsidas presentan menos escombros espaciales que otras lluvias como las Gemínidas, pero la estrecha luna creciente no será un gran obstáculo cuando alcancen su punto máximo.

No se necesita equipo especial para ver una lluvia de meteoros. Para ver las Úrsidas, que provienen de un cometa llamado 8P/Tuttle, abrígate y aléjate de las luces de la ciudad.

"Cuanto más oscuro sea tu cielo, mejor será la lluvia", aconseja el astrónomo Peter Brown de la Universidad Occidental, en Canadá.

Los meteoros pueden verse en todo el cielo, pero todas las estelas parecerán provenir de un punto central cerca de una constelación por la cual la lluvia lleva su nombre. En este caso, es la constelación de la Osa Menor, también conocida como el Pequeño Cazo.

Una vez que oscurezca, evita las luces brillantes de los teléfonos móviles, que dificultarán que tus ojos se ajusten.

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