FORMAR MEJORES SERES HUMANOS A TRAVÉS DE LA MÚSICA

“Hace veinte años sembramos un árbol que dio grandes frutos para México”.

Ricardo B. Salinas
Columnas
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NESTOR HERRERA

El mejor momento para plantar un árbol fue veinte años antes.

Proverbio chino

En 2009, de la mano de Fundación Azteca, creamos el programa Esperanza Azteca, un proyecto que, mediante la música, tiene el propósito de transformar a la juventud mexicana y brindarle posibilidades para encontrar su pasión y desarrollar relaciones constructivas en ambientes sanos y creativos. Nada mejor que la música para formar seres humanos en equilibrio.

El programa comenzó con clases de música para niños y jóvenes de 7 a 18 años de edad, durante cuatro horas por cinco días a la semana. Esto les permitió aprender a tocar un instrumento desde cero e integrarse a prácticas grupales con el fin de debutar como parte de una orquesta.

Pero pertenecer a una orquesta es mucho más que tocar un instrumento: es fomentar valores como el trabajo en equipo, la perseverancia, la disciplina y tener un sentido de responsabilidad y compromiso, que contribuyen a formar mejores seres humanos. Esperanza Azteca ofreció a los jóvenes actividades creativas y ejemplos de vida para canalizar positivamente su vasta energía y alejarse de conductas dañinas.

Durante los primeros 10 años, el programa creció hasta llegar a tener 62 orquestas e impactó a más de 30 mil niños en toda la República Mexicana. Incluso llevamos este modelo a Estados Unidos, con la creación de la orquesta Esperanza Azteca Los Ángeles que tuvo notables presentaciones, como la gala del 5 de mayo en la Casa Blanca y el homenaje a Plácido Domingo.

La Casa Blanca, la residencia oficial del presidente de Estados Unidos, es un lugar donde muy pocos músicos tienen el privilegio de mostrar su talento.

Para mí fue muy emocionante asistir a estos eventos y ver a figuras como el presidente Barack Obama y al tenor español, reconocer los esfuerzos de un talentoso ensamble de jóvenes. De hecho, Obama comentó que Esperanza Azteca demuestra que “el talento está bien distribuido, no así las oportunidades”. Esperanza Azteca es un ejemplo de que es posible ofrecer mejores condiciones a niños talentosos de escasos recursos.

En virtud de su gran éxito, en 2019 la Secretaría de Educación Pública asumió el control del programa.

Sinfónica Azteca

Fue entonces que Fundación Azteca optó por renovar el concepto transformándolo en un proyecto enfocado al mérito y talento musical, con el fin de crear una orquesta sinfónica nacional conformada por los mejores músicos jóvenes de nuestro país.

Para conseguirlo, firmamos alianzas con la Orquesta de las Américas y con el Armónico Consort de Londres, instituciones de alto prestigio internacional que cuentan con los mejores músicos del mundo provenientes de grandes orquestas como las filarmónicas de Berlín, Bruselas, Minnesota, la Metropolitan Opera y la Ópera de Berlín.

En 2020 lanzamos una convocatoria internacional para jóvenes músicos mexicanos para formar la Orquesta Sinfónica Nacional Esperanza Azteca 2021 (Sinfónica Azteca). Se recibieron más de 300 solicitudes, de entre las cuales fueron seleccionados los mejores 70 candidatos.

En febrero de 2021 la Academia Virtual Azteca inició con clases semanales a los jóvenes seleccionados, impartidas por músicos de las más prominentes instituciones musicales del mundo, como la London Philharmonia, la Mahler Chamber Orchestra y la Metropolitan Opera House de Nueva York, entre otras.

Después de intensos ensayos, Sinfónica Azteca se convirtió en la primera orquesta sinfónica en reunirse en México, tras un año y medio de pausa en actividades culturales en el país por motivo de la pandemia por Covid-19. Rompimos el silencio con la magia de El mesías de Handel, la Quinta sinfonía de Tchaikovsky y El huapango de Juan Pablo Moncayo.

Servicio

Estoy convencido de que cada peso que la sociedad canaliza a estos jóvenes tiene un rendimiento social incalculable, ya que invertir en sus habilidades y en su potencial es apostar por nuestro futuro y por la grandeza de México.

Pero los esfuerzos aislados no son suficientes. El avance de nuestro bienestar común debe ser impulsado con la participación conjunta de la sociedad civil, las empresas y el gobierno.

El gobierno no tiene los recursos necesarios para resolver todos los problemas —y en muchas ocasiones sólo los agrava o dilapida el dinero de los ciudadanos—. Por ello, se requiere la colaboración de la sociedad en áreas en las que el alcance de las políticas públicas resulta insuficiente, aportando su gran vocación de servicio y una administración eficiente.

Aún no se cumplen 20 años de la fundación del programa Esperanza Azteca, pero desde 2009, empresas, sociedad y gobierno, hemos conseguido sembrar en muchos niños y jóvenes la semilla del esfuerzo y el deseo de superarse. Esperemos que, con la música como herramienta, pronto podamos decir: “Hace veinte años sembramos un árbol que dio grandes frutos para México”.

Les invito a ver un ejemplo de lo que estos jóvenes han logrado con pasión, tenacidad y esfuerzo. ¡Disfrútenlo!: https://www.youtube.com/watch?v=HDcekI1GKTg.