Por Claudia Ivett García
Vivimos tiempos inéditos en materia electoral a escala mundial. El COVID-19 altera los calendarios electorales de manera importante. Hasta ahora al menos 35 países se han visto afectados en este sentido. Veamos.
El caso más representativo es Bolivia, donde quedó pendiente la elección presidencial. Los comicios estaban originalmente programados para el 3 de mayo. Sin embargo, dada la contingencia sanitaria, el Tribunal Supremo Electoral determinó congelar el calendario y envió un proyecto de ley al Congreso para posponer las votaciones hasta que las condiciones sanitarias lo permitan. Se calcula que entre el 7 de junio y el 5 de septiembre podrían llevarse a cabo las elecciones presidenciales en ese país latinoamericano, pero nada está definido aún. Importante destacar que todos los partidos políticos están de acuerdo con esta medida de aplazamiento electoral, a excepción del Movimiento al Socialismo (MAS) relacionado con el expresidente Evo Morales. Este partido encabeza las encuestas de intención de voto e incluso tiene la posibilidad de ganar en la primera vuelta electoral con 40% de los sufragios y diez puntos porcentuales por encima de su seguidor inmediato. Mientras tanto un gabinete interino que encabeza la exsenadora de oposición Jeanine Áñez continúa en el Poder Ejecutivo.
En otro país latinoamericano, Argentina, se realizarían elecciones municipales el 29 de marzo, pero también se pospusieron hasta septiembre próximo.
Mientras, en Perú, la Oficina Nacional de Procesos Electorales suspendió comicios locales que se llevarían a cabo el pasado 29 de marzo. Incluso el Poder Ejecutivo promulgó una ley previamente legislada por los congresistas de ese país para aprobar reformas electorales hasta mediados de septiembre del presente año, algo que no permitía su Ley Orgánica de Elecciones pero que es una adaptación ante la contingencia sanitaria por el COVID-19.
Otros países del continente americano que han tenido que posponer elecciones locales son Canadá, Brasil, Chile, Colombia y Paraguay.
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Esto también sucede en Europa, donde países como Italia, España, Francia, Austria y Alemania variaron también sus fechas electorales.
Un caso importante en el que me quiero detener es el de Estados Unidos. Allí 14 estados pospusieron la fecha de las votaciones en las primarias del Partido Demócrata, entre ellos Alabama, Connecticut, Georgia, Ohio, Maryland, Iowa, Kentucky, Luisiana, New Jersey y Texas. No hay aún fecha para reponer el proceso. Ya se evalúa la posibilidad, por parte de las autoridades electorales del partido, de realizar las primarias de manera virtual o por medio del correo. Mientras tanto Biden y Sanders, ambos mayores de 75 años, se mantienen expectantes. Incluso habría que preguntarnos qué determinarán republicanos y demócratas para las convenciones nacionales, que es donde se elige oficialmente a los candidatos. Los demócratas tenían previsto para mediados de julio una intensa semana de actividades públicas. Ya veremos. Lo cierto es que en noviembre próximo deberá haber elecciones presidenciales en EU e incluso hay un precedente de 1886 donde la Corte Suprema determinó que ni siquiera una Ley Marcial podría suspender las elecciones presidenciales. Esto lo decidiría el Congreso y para ello tendría que reformar la Ley Federal, algo que parece poco probable, pero recordemos que estamos viviendo situaciones sin precedente en las reglas electorales contemporáneas.
¿Y qué sucede en México? Aquí también vivimos implicaciones electorales sin precedente. El Consejo General del Instituto Nacional Electoral aprobó posponer de manera temporal las elecciones en Hidalgo y Coahuila, previstas para el 7 de junio. En Coahuila se elegirá a 16 diputados de mayoría y nueve de representación proporcional, mientras que en Hidalgo se votará por 84 presidentes municipales. En estos dos meses próximos se debían llevar a cabo entre otras actividades preparatorias el registro de candidaturas y, por supuesto, las campañas electorales. Se determinó que se pospondrá este proceso para finales de julio o principios de agosto, siempre y cuando las condiciones sanitarias lo permitan de acuerdo a las determinaciones del Consejo de Salubridad General.
Así las cosas en México y el mundo en materia electoral. Seamos cautos, porque se están escribiendo precedentes en los sistemas electorales y no se pueden cometer errores que pongan en peligro la democracia que la humanidad ha logrado hasta ahora.