FUMATA BLANCA EN EL INE

¿Demostrarán los nuevos consejeros que tenemos un instituto autónomo y no un espejo de filosofías partidistas?

Claudia Ivett García
Columnas
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El desenlace de un capítulo más en el libro de nuestra historia electoral quedó sellado con 399 votos a favor, prácticamente sinónimo de unanimidad y de negociación política. Me refiero por supuesto a la tan esperada designación de los cuatro consejeros ciudadanos que le faltaban al Instituto Nacional Electoral (INE).

Desde que Pamela San Martín, Marco Antonio Baños, Benito Nacif y Enrique Andrade concluyeron su gestión el pasado 3 de abril, se vio aplazado el proceso de selección de los nuevos consejeros a causa de la crisis sanitaria. Pero como la democracia no puede esperar y tenemos prácticamente a la vuelta de la esquina procesos electorales importantes, un periodo extraordinario abrió el corchete legislativo para dar pie a la conclusión de esta impostergable tarea.

Este miércoles la Cámara de Diputados declaró electos a Norma Irene de la Cruz Magaña, Carla Astrid Humphrey Jordán, Martín Fernando Faz y Uuc-kib Espadas Ancona como consejeros electorales del Consejo General del INE para el periodo del 27 de julio de 2020 al 26 de julio de 2029.

Recordemos que entre las funciones de los consejeros se encuentra dirigir la organización de los procesos electorales, es decir, dar las reglas para construir procesos confiables. Los consejeros electorales deben ser garantes de los candados legales que buscan certeza en los resultados. Deberán defender los derechos político electorales de cada mexicano integrante del padrón electoral, garantizando que no se violen derechos que nos han costado décadas de reformismo. Los recién electos deberán trabajar por garantizar a la sociedad mexicana que se cuente con listas nominales confiables, depuradas. La documentación electoral con todas las medidas de seguridad necesarias para evitar fraudes también es ya su ámbito de competencia. En resumen, se convierten en árbitros electorales que de manera escrupulosa deberán autenticar el Registro Federal de Electores, así como fomentar la rendición de cuentas del sistema de partidos.

Desafíos

Además de los retos globales, vienen los específicos. Una de las primeras tareas de los recién designados consejeros electorales será la renovación de 47 cargos en Organismos Públicos Locales Electorales (OPLEs) de 18 entidades federativas.

También se deberán adaptar medidas sanitarias para disminuir el riesgo de contagios por Covid-19 en el proceso electoral de 2021 que empieza en septiembre próximo. En más de 40 países, entre ellos Francia, Australia, Corea del Sur y Rusia, se llevaron a cabo procesos electorales entre enero y junio de este año, es decir, en plena pandemia. Acciones como la toma de temperatura aleatoria a los votantes, el uso de marcadores desechables y la reducción del número de personas en los locales de votación se adoptan a nivel mundial. ¿Qué hará México para enfrentar este reto rumbo a 2021? Ya escucharemos las propuestas de los nuevos consejeros.

Serán nueve años con voz y voto en el Consejo General del INE: ¿se luchará contra los vicios antidemocráticos?, ¿demostrarán los nuevos consejeros que a 30 años del nacimiento del entonces IFE tenemos un instituto autónomo y no un espejo de filosofías partidistas? Ya lo veremos. Mientras tanto, “habemus consejeros”.