Vivimos momentos importantes en la vida legislativa de nuestro país. A mediados de este año los mexicanos fuimos a las urnas y votamos, entre muchos otros cargos, la renovación de 30 Congresos locales. Prácticamente todos con excepción de Quintana Roo y Coahuila.
Desde entonces, una a una se han ido instalando las Legislaturas a lo largo y ancho del país.
Entre algunos de los Congresos instalados más recientemente se encuentran los de Jalisco y Veracruz, que dieron inicio a sus Legislaturas a principios de noviembre y más reciente aún tenemos el caso de Oaxaca, cuyo Congreso se instaló apenas el 13 de noviembre.
¿Por qué son tan importantes los Congresos locales? Porque es donde se construyen las leyes que rigen a los estados y, muy importante, en un sistema constitucional como el nuestro se necesita de la aprobación con mayoría calificada de al menos 17 de los 32 Congresos estatales para lograr una reforma a nuestra Carta Magna, a nuestra Constitución.
Pero cuidado, porque en esta compleja reorganización legislativa en la que se eligió a más de mil diputados locales no podemos dar ni un paso atrás en materia de transparencia.
Evaluación
Es por ello que, como cada trimestre, realizamos una revisión de qué tan transparentes son los Congresos locales. En esta ocasión veamos cómo se comportaron nuestros diputados en el tercer trimestre del año, es decir, de julio a septiembre.
Cabe resaltar que algunos Congresos estatales mejoraron sus acciones de transparencia a través de la figura del Parlamento Abierto, modificando sus leyes orgánicas y actualizando prácticamente en tiempo real su información en medios de difusión masiva.
Los Congresos de Guanajuato, Chihuahua, Jalisco, Tamaulipas y Campeche se mantuvieron como los mejor calificados en materia de transparencia con respecto del trimestre anterior. ¿Por qué? Son los que sí actualizan su sitio web y redes sociales, transmiten sus sesiones en vivo, publican en tiempo y forma el orden del día y las iniciativas; y, muy importante, cuentan con oficinas de transparencia.
¿Cuáles son los peor calificados? El de Morelos resulta evaluado como el menos transparente a nivel nacional, seguido de los de Aguascalientes, Tabasco, Colima y Chiapas. El problema es que la información de sus sitios web no está actualizada, muchas veces no publican el sentido de la votación de los legisladores, bueno, ni siquiera hacen públicas las listas de asistencia. Otra mala práctica es que no publican con anticipación órdenes del día o iniciativas de ley. La información cuando no es oportuna no le sirve a los mexicanos para ejercer su derecho de participación ciudadana.
Una de las grandes deudas del Poder Legislativo es la transparencia. En la era de la información es momento de fortalecer el Parlamento Abierto.