TRANSPARENCIA EN CONGRESO DIGITAL

Es imprescindible el acceso a la información en tiempo real por medio de plataformas digitales.

Claudia Ivett García
Columnas
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Estamos viviendo la era digital. Ante la pandemia sanitaria los Congresos del mundo se han visto en la necesidad de migrar sus trabajos hacia plataformas tecnológicas. El Congreso mexicano no es la excepción. Pero entonces resulta indispensable que ante trabajos legislativos a distancia la sociedad mexicana se vuelva escrutadora, vigilante.

La palabra clave ante el Congreso Digital será “transparencia”. Merecemos como sociedad acceder con la facilidad de un clic a la información que se genera en el Congreso de la Unión.

Vamos a reflexionar sobre este tema porque es imprescindible que personas con intereses legítimos como usted y como yo podamos contar con información completa, certera y oportuna de lo que nuestros congresistas están discutiendo y votando.

Si partimos del hecho de que los congresistas son nuestros representantes, quienes reforman las leyes que afectan nuestros entornos más próximos, entonces deben garantizarnos antes que cualquier otra cosa transparencia, porque sin esta no hay democracia.

Y aquí le hago una pregunta. ¿Ha ingresado al sitio web de las cámaras que integran el Congreso de la Unión? ¿O a las páginas web de los Congresos locales? Sí, el Senado de la República, la Cámara de Diputados, así como las entidades federativas tienen un sitio web, transmiten sus sesiones en vivo e incluso tienen sitios oficiales en redes sociales como Facebook y Twitter.

Pero el problema empieza cuando asociaciones civiles, colectivos en favor de alguna causa, la que sea, o ciudadanos como usted desean acceder a información específica.

En tiempos del Congreso Digital, de los votos telemáticos y de las sesiones a distancia es imprescindible el acceso a la información en tiempo real por medio de plataformas digitales.

Obligación

Necesitamos como sociedad tener acceso al orden del día, a iniciativas, puntos de acuerdo, al sentido de las votaciones de cada uno de los congresistas federales y locales, a consultar las asistencias a los trabajos de comisiones y a los trabajos de pleno convocados a distancia.

Tenemos derecho también a acceder a dictámenes, posicionamientos y transcripciones. De eso se trata la transparencia parlamentaria. De abrir incluso los trabajos de Parlamento Abierto en su versión digital para que el acceso sea realmente directo, certero, funcional.

No olvidemos que información es poder y si queremos que la democracia participativa sea una realidad la sociedad mexicana necesita que los procesos legislativos a distancia sean transparentes. Abrirle la puerta a la ciudadanía ya no es privilegio: es obligación.