En un México que tradicionalmente le ha negado a las mujeres sus derechos políticos por fin parece que será legislado un tema de urgente y obvia resolución: la paridad total en nuestra política exterior.
Resulta impostergable reducir las brechas y desigualdades por razones de género que afectan a las más de 66 millones de mujeres que habitan este país. Es momento de incluir acciones afirmativas en materia de ingresos, ascensos, promociones y erradicación de todo tipo de violencia en el Servicio Exterior Mexicano.
Si miramos por el retrovisor de la historia legislativa veremos que contamos con una Ley Orgánica del Servicio Exterior Mexicano desde principios de los ochenta. Eso no le hizo el camino más fácil a las mujeres: ha sido una ruta larga y cuesta arriba.
A mediados del siglo XX la primera mujer fue nombrada como parte del servicio exterior, ante el gobierno de Colombia. Era la profesora Palma Guillén.
Para la década de los sesenta la maestra Amalia Caballero se convirtió en la primera embajadora mexicana. Representó a nuestro país en Suiza y Austria.
¿Qué tanto avanzamos desde entonces? El puesto de canciller en México ha sido ocupado por mujeres únicamente en tres ocasiones: Rosario Green de 1998 a 2000; Patricia Espinosa de 2003 a 2006; y Claudia Ruiz Massieu de 2012 a 2015.
Por ello resulta prometedor que en el Senado de la República se avaló recientemente, con 86 votos a favor y una abstención, un dictamen que modifica la Ley del Servicio Exterior Mexicano. ¿Para qué? Busca igualdad sustantiva.
Derechos
El objetivo es que las mujeres tengan las mismas oportunidades que los hombres en procesos de selección, nombramientos y ascensos; igualdad para acceder, escalar y permanecer en la arena diplomática.
Llegó el momento de armonizar nuestra legislación con los principios constitucionales de la reforma de #ParidadEnTodo que entró en vigor en 2019; no olvidemos que estamos por concluir 2021.
Representar al Estado mexicano en el plano internacional debe ser un derecho equitativo para todos aquellos que demuestren estar calificados. ¿Serán embajadas, consulados y misiones diplomáticas ejemplo y referente de igualdad salarial?
El paquete de reformas que se aprobó en el Senado de la República con el aval de prácticamente todos los partidos ya se remitió a la Cámara de Diputados para su revisión.
Se trata de un tema de paridad de género, de no discriminación, de respeto a los derechos políticos de las mujeres. Pero sobre todo de derechos humanos. Aquí estaremos pendientes.