MÉXICO SE LUCIÓ

Entre octubre y noviembre se desarrollaron cuatro eventos deportivos de mucha talla.

Cristopher Rivera
Columnas
Foto: Especial
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En un principio las cuentas no salían: las sumas no daban para el gobierno actual, que se aferró a una filosofía de austeridad sin comprender que era la comunión de esfuerzos la que hacía realidad la presencia de todos esos eventos deportivos internacionales en nuestro país.

Al final aflojaron todos porque alguien, no sé quién a ciencia cierta, les hizo ver que el dinero del pueblo mexicano no estaba en riesgo para mantener tales fiestas deportivas y que las ganancias derivadas de NFL México, Fórmula 1 y más nutrirían su austero presupuesto que, se supone, es para mejorar la calidad de vida de los mexicanos.

En otras palabras: el gobierno se ha dado cuenta de que esos espectáculos masivos son negocio redondo y para todos hay en la alta esfera política y empresarial.

Pero ¿por qué pongo el tema sobre la mesa? Simplemente porque me dio gusto reafirmar que México es un país que está listo para alojar el evento deportivo que me digan. Y está listo por la calidez de su gente, que es la mayoría; por sus bellezas naturales, cultura y estructura. Para muestra un botón: la NFL México el lunes por la noche entre Chiefs y Chargers fue un verdadero éxito porque todos esos ingredientes que se necesitaban se conjugaron.

Pero no solo me quiero detener en la NFL México sino que me voy semanitas atrás, cuando la Fórmula 1 de nuevo brilló en nuestras tierras. Otra vez se demostró que para grandes premios, el nuestro: el Gran Premio de México es único e irrepetible en el planeta.

Más recientemente en el golf debo decirle que lo que se vivió en el Mayakoba Golf Classic, en el sudeste mexicano, simplemente fue descomunal. Otro evento de altísima categoría que se sacó un diez. Y por si fuera poco la cereza en el pastel fue el segundo lugar que consiguió el tapatío Carlos Ortiz.

Todavía el sábado 23 de noviembre nada más y nada menos que el suizo Roger Federer y el alemán Alexander Zverev, entre otros, ofrecieron un espectáculo tenístico ante una abarrotada Plaza de Toros México. Era el presente y el futuro del tenis.

Y a todo lo mencionado agregaría el Rally Guanajuato, la MLB, la NBA…

Sinceramente, querido lector, reconozco que los gringos tienen derecho a presumir que se pintan solos para los espectáculos deportivos, pero México les pone el acento.

Entre octubre y noviembre se desarrollaron cuatro eventos deportivos de mucha talla y le puedo asegurar que en los cuatro, y el resto, México se lució.

¿No que no?

Como señalé al principio de esta columna ahora no hay manera de que el gobierno le diga “No” a la NFL, la NBA, la Fórmula 1 y otros.

Cuando los negocios se hacen bien, cuando hay profesionalismo, pero sobre todo una suma de voluntades sincera que se aleja del espacio truculento, las cosas van a seguir funcionando y el negocio será amplio en todos los sentidos.

Mire, tan solo la derrama económica que dejó la F1 en la CDMX en el presente año superó los cuatro mil 200 millones de pesos, además de una importante generación de empleos. (Debo apuntar que a partir de 2020 el gobierno federal no aportará dinero para organizar el Gran Premio de México: será la iniciativa privada la que ponga el capital).

Y así sucesivamente cada evento internacional desarrollado en tierras mexicanas a lo largo de este 2019 dejó inimaginables beneficios económicos.

Por último, quizás usted me diga que esos millones generados no han salpicado a una sociedad tan lacerada como la nuestra, que los beneficios no se ven, que no son tangibles… y seguramente tiene la razón pero siempre será más fácil apagar el fuego manteniendo todo aquello que nutre al país y le da dividendos. Ojalá todo esto que le platico en un futuro deje como consecuencia un México más fuerte en todos los ámbitos.

Por lo pronto el año ya casi termina y la marca México quedó muy bien parada ante el mundo. No por nada es la más valiosa de América Latina.