No cabe duda de que cuando trabajas bien te va bien. Y si no pregúntenle a Abraham Ancer.
El golfista mexicano representa con mucho orgullo el verde, blanco y rojo en el circuito PGA Tour, categoría donde está la crema y nata del golf internacional y donde un tipo llamado Tiger Woods se convirtió en leyenda de este deporte.
Damas y caballeros: presenciamos el andar de un golfista mexicano que ya demostró que puede llegar más lejos de lo que esperamos y en un futuro nos puede dejar con la boca abierta. Desde la gran Lorena Ochoa, quien se adueñó en algún momento de la LPGA, no hemos tenido la oportunidad de contar con otro exponente en esta disciplina que se gane al mundo golfístico, aunque creo que Ancer si no baja la guardia va por muy buen camino.
Los números de Abraham Ancer ahí están y no son obra de la casualidad. Con 29 años se encuentra dentro del top 25 del ranking de la PGA, algo que no es muy común. ¡Imagínese usted si tuviéramos en las disciplinas más populares y demandantes del mundo por lo menos a un mexicano dentro de los mejores 25 del planeta! ¡Uf! Si así fuera México, deportivamente hablando, sería otro.
¡Insisto! Yo no creo en las casualidades; y menos en el deporte. El que se gana el respeto gracias a buenos resultados es por que trabajó, se esforzó, se sacrificó, se esmeró, en fin…
En el caso de Abraham Ancer desde que entró al top 100 mundial, exactamente el 4 de noviembre de 2018 al ubicarse en el sitio 98 gracias al cuarto lugar que obtuvo en el torneo Shriners Hospitals for Children Open en Las Vegas, ha jugado un total de 41 torneos en los que suma nueve top 10, además de una victoria en el Emirates Australian Open de Melbourne y solo no ha jugado completos ocho torneos, lo que le deja como resultado 80% de efectividad en los campos.
Está a un pasito Ancer de entregarnos su primer campeonato dentro de la PGA Tour. Creo que es cuestión de tiempo y ojalá así sea. Lastimosamente hace unas semanas se quedó a nada de ganar el RBC Heritage de Carolina del Sur, donde tuvo que conformarse con el segundo lugar y posteriormente nos regaló en el Travelers Championship un decoroso undécimo puesto con hole in one incluido, el primero de su carrera, por cierto.
Las cosas van de a poco, paso a paso, pero con firmeza. Abraham Ancer juega un magnífico golf, con buenos impactos desde el tee de salida y poteando de maravilla en los greens, que ha sabido leer muy bien. Hay que disfrutar el juego de este mexicano, quien sin duda significa una verdadera alegría.
Reconocimiento
Ancer tiene el mayor mérito de su buen momento por el que atraviesa, pero también hay que reconocer que detrás de él hay una familia que lo respalda en todo momento y aunado a ello hay una Federación Mexicana de Golf, que hoy comanda don Jorge Robleda, que ha trabajado de manera impecable en los últimos años.
Cuando se da toda esa comunión de ingredientes: esfuerzo y trabajo del golfista, soporte familiar y un organismo rector del golf mexicano que vela por los jugadores, no puede haber otro resultado más que positivo. ¡Enhorabuena!