Hace unos días se cristalizó la llegada de María José Alcalá a la presidencia del Comité Olímpico Mexicano, acontecimiento que significó historia pura porque por primera vez en 98 años una mujer lidera dicho organismo.
No cabe duda de que Alcalá encontró la vara alta luego de lo que hizo su antecesor, el licenciado Carlos Padilla Becerra, quien cumplió con una destacada gestión. Sin embargo, la verdad es que la nueva mandamás del COM me despierta confianza: sus discursos me han llenado de sensaciones positivas.
Mari Jose Alcalá manifestó en una de sus múltiples entrevistas que buscará la independencia económica, es decir, que el deporte nacional no viva a cuenta del gobierno. Y ese plan me parece un enorme acierto.
Si cumple la nueva titular del COM con ese objetivo acabará con muchas malas mañas y costumbres que existen, sobre todo esa de politizar el deporte, que lo único que genera es grilla y corrupción.
Valiente Mari Jose Alcalá en buscar que en un futuro nuestros atletas no dependan de papá gobierno, ese que da con tacañería al deporte y arrebata ilusiones. Por eso la iniciativa privada y patrocinios serán la clave para que el COM, Federaciones y deportistas gocen de cabal salud en el aspecto monetario.
Claro, esto no se dará de la noche a la mañana: será un proceso que requerirá de mucha paciencia por parte de todos los involucrados. Pero desde un punto se tenía que partir y ya se dio el primer pasito.
¿Potencia mundial en el deporte?
¡Sí! Mari Jose Alcalá también ha compartido que nuestro país bien puede ser potencia mundial y… ¿le digo qué? No le falta razón. Le explico: su servidor ha tenido la oportunidad de estar en la cobertura de Juegos Olímpicos y hablando del último (Tokio, que no fue el mejor sino todo lo contrario) destacaría la gran cantidad de finales en las que nuestros deportistas se involucraron en diferentes disciplinas. Eso lo único que —por lo menos a mí— indica es que solo falta el empujón final, el pilón para que los nuestros compitan por más medallas.
Para que eso ocurra llegamos al mismo punto: más apoyo, más roce internacional para aquella o aquel que lo merece. ¡Ojo! ¡Que lo merece!
No había tenido la oportunidad de desearle éxito a Mari Jose Alcalá. Ahora lo hago y con mucha fe en que su desempeño será honesto y bastante productivo. Por cierto, estos buenos deseos para la nueva titular del Comité Olímpico Mexicano los envío en medio de una maravillosa actuación que tuvo la delegación mexicana en los Juegos Panamericanos Junior de Cali y Valle del Cauca, en Colombia, evento del que emanan deportistas mexicanos con un talento bárbaro que les podría llevar a brillar en los siguientes Juegos Olímpicos de París 2024.
Dicen que lo bien empieza, bien acaba. ¡Que así sea, Mari Jose!