EL AZUL DE AYER VS. EL AZUL DE HOY

“Para dar el paso de campeón se necesita algo más que meter goles”.

Cristopher Rivera
Columnas
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Cruz Azul desde hace tiempo es uno de los mejores equipos del balompié mexicano. También desde hace rato es el equipo que mejor juega al futbol y constantemente entrega buenos resultados en temporada regular. De hecho, desde hace mucho tiene la etiqueta de candidato al título de liga.

Es decir, lo que pasa hoy con Cruz Azul y su técnico, el peruano Juan Reynoso, no es nuevo para el aficionado al futbol y mucho menos para el entorno de la Liga MX. Digamos que el buen rendimiento de Cruz Azul, casi temporada tras temporada, es tan normal como las bellas lunas de octubre.

Lo que ya no sería normal es que para este torneo, con récord de victorias, con buen funcionamiento colectivo, efectividad para defender y para ofender, el equipo cementero no levante el trofeo que los acredite por fin como campeones del futbol mexicano.

Sé que todo puede pasar, y más en el futbol mexicano, donde la meritocracia no es parte del negocio. Pero más allá de eso creo que la respuesta a la crisis de títulos de esta institución está en la soberbia, en los excesos de confianza que de alguna u otra manera se han visto reflejados en momentos clave. Si no, pregúntenle a Pumas, equipo que los echó de manera increíble de las semifinales del torneo anterior.

Estoy segurísimo de que el aficionado a este equipo dice: “Ya estoy cansado, ya basta de que Cruz Azul cometa el mismo pecado en instancias de eliminación directa o en finales”. ¡Y tiene razón! ¡Ya basta!

Cierto: este Cruz Azul que dirige exitosamente Reynoso es prácticamente el mismo que también entrenó con buenos números Robert Dante Siboldi; y hasta el portugués Pedro Caixinha. Es un conjunto de jugadores que definitivamente tiene la obligación de demostrar esta temporada que ha aprendido la lección más importante que les ha privado del campeonato: la falta de humildad.

El Cruz Azul de hoy no se puede dar el lujo de ser el Cruz Azul de ayer o de anteayer, cuando con argumentos deportivos se plantaron en semifinales o finales y las perdieron porque era evidente que en muchos pasajes de esas etapas el grueso del plantel estaba inflamado de vanidad, soberbia, orgullo y arrogancia. Algunos jugadores de este equipo coinciden conmigo en ese punto.

Cruz Azul ya está en la liguilla, con un entrenador como Juan Reynoso que creo está mucho más aterrizado que sus antecesores. Y le veo la capacidad no solo para hacer funcionar bien a la Máquina sino además para hacer que muchos de los jugadores entiendan que para dar el paso de campeón se necesita algo más que meter goles.

¡Pienso que esta es la buena para ellos!

Algo más

Independientemente de lo que ocurra con Cruz Azul en el futuro inmediato, esta nueva directiva que está al mando del club tiene que mirar sí o sí a través del retrovisor y darse cuenta de que las fuerzas básicas eran un motor importante para la institución y hoy simplemente están muertas. No solo es el campeonato sino también la parte formativa que en algún momento le dio a Cruz Azul una muy buena reputación.

La afición celeste espera el nacimiento de más jugadores como Francisco Palencia, Óscar Pérez o Melvin Brown, entre otros. Si se han tardado en conseguir el título, también se han tardado en generar talento.