EL DEPORTE NO FOMENTA RACISMO

El deporte, protagonista en la lucha por los derechos de los afrodescendientes.

Cristopher Rivera
Columnas
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El regreso a la actividad de los deportes en medio de la pandemia está acompañado de expresiones por parte de los atletas más importantes del mundo en favor de la comunidad afroamericana, sobre todo la que prevalece y sufre en Estados Unidos.

Todo ese apoyo de las últimas semanas hacia la población negra en general se originó por el cruel asesinato de George Floyd, ciudadano norteamericano que por pagar supuestamente con un billete falso en un establecimiento fue maniatado y asfixiado por un policía blanco que le encajó la rodilla en el cuello. Las imágenes son crueles y dieron la vuelta al mundo.

Claro que ese tipo de actos son muy normales en Estados Unidos, país que a lo largo de la historia ha tenido momentos álgidos en la lucha por los derechos civiles de los afroestadunidenses. Basta con recordar uno de los movimientos sociales más famosos, el liderado por el doctor Martin Luther King, quien en los cincuenta y sesenta se convirtió en un héroe para la raza negra, misma a la que defendió y logró mezclar con los blancos en el transporte público de su país, entre otros hechos humanamente significativos.

Después de todo para mí es sumamente significativo atestiguar que el deporte en la actualidad toma un papel protagónico en la lucha a favor de los derechos de la comunidad afrodescendiente.

Y quizás uno de los que principalmente propiciaron esta reacción en la época reciente es el coreback Colin Kaepernick, quien estando en los 49rs de San Francisco se hincaba cuando se entonaba el himno de Estados Unidos para manifestarse así contra el abuso de poder hacia con los de su casta.

Esa acción le derivó a Kaepernick muchos problemas con el gobierno y con la propia NFL, al grado de que lo retiraron… pero el tiempo le da hoy la razón.

¡Insisto! Es bueno que muchos ídolos del deporte sean conscientes de que desde la vitrina donde están parados pueden influir en la sociedad, rompiendo así con ese único molde político que batalla por la igualdad entre los seres humanos.

Cuándo nos íbamos a imaginar, por ejemplo, que el mundo del soccer se uniría para exigir que le hagan justicia a un ciudadano negro. Eso pasó en las ligas de Alemania, España y Portugal, donde muchos jugadores se han preocupado por apoyar la erradicación de la discriminación racial.

O cuándo se iba a ver que un jugador de futbol americano como Dak Prescott donara millones de dólares para mejorar el entrenamiento policial y suprimir el abuso de poder hacia con los negros, medida que en teoría debió nacer de un político, no del mariscal de campo de los Vaqueros de Dallas.

Así, sucesivamente, en el universo del deporte los principales protagonistas usan su enorme popularidad para colaborar para que socialmente este mundo gire mejor. Y tal vez no sean suficientes las acciones que le platico, porque estamos hablando de un fenómeno discriminatorio que tiene raíces muy profundas, pero sin lugar a dudas la labor de estos ídolos es un vehículo a la tolerancia, a fomentar la convivencia entre todos sin que sea determinante el tono de piel.

Es curioso que…

Cuando hablamos de la historia de los deportes nos vienen a la mente muchos superídolos y, curiosamente, la mayoría son negros, empezando por el gran boxeador Muhammad Ali; o el inigualable Michael Jordan; qué me dicen del siempre idolatrado Rey Pelé, o el velocista Usain Bolt…

Todos ellos marcaron al deporte internacional, algunos con ciertas complejidades por su aspecto oscuro, pero al final demostraron que son de una raza hecha para competir con lealtad.