EL EJEMPLO EMPIEZA EN LA CANCHA

“Hoy es el principal cáncer del futbol mexicano: la violencia”.

Cristopher Rivera
Columnas
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Normalmente el aficionado reacciona a partir de lo que ve de sus ídolos en la cancha. Es decir: si gana y juega bien su equipo, el comportamiento en las tribunas es un tanto más cordial de lo normal, pero si pierde, el enojo se llega a expresar con las vísceras.

Y no le quiero contar cómo reacciona el aficionado si ve a sus jugadores tirándose de manotazos y golpes como ocurrió en el clásico tapatío entre Atlas y Chivas, apenas un par de semanas después de la tragedia ocurrida en Querétaro.

Fueron 15 los detenidos en la cancha del estadio Jalisco y todo en gran medida debido al mal comportamiento de los futbolistas en el terreno de juego: se calentaron de más.

Ante este último incidente de violencia me parece urgente que el futbolista de la Liga MX (nacional y extranjero) atraviese por un proceso de orientación educativa para que evite contagiar su calentura a las gradas. El futbolista tiene la obligación de comprender el mensaje de “no a la violencia”, pero no solo a nivel tribuna sino también dentro del terreno de juego.

Si no logran captar los jugadores el mensaje de nada sirve su ridiculez de abrazarse en cada partido por ahí del minuto 62, iniciativa que por cierto no ayuda en nada a erradicar el que hoy es el principal cáncer del futbol mexicano: la violencia.

Me atrevo a decir que de 100% de los futbolistas en primera división 80% no tiene educación. Y no me refiero precisamente a la que se mama en casa, sino a la que se adquiere en las aulas. Normalmente no tienen el criterio adecuado sobre lo que acontece y aconteció.

El grueso de los futbolistas simplemente se dedica a patear el balón sin tener en la cabeza algo más que la palabra “gol”, esa que debería de acompañar con la palabra “responsabilidad”.

Si bien los dueños del futbol mexicano aplicaron medidas (que dan risa) para supuestamente acabar con la hostilidad en los estadios, creo que también deberían establecer una serie de reglamentos para que los jugadores cooperen en generar un entorno de paz y aquel que desobedezca los lineamientos reciba una sanción ejemplar.

¡Hey, tú, jugador! ¿No te sabes controlar? Entonces… ¡te vas sancionado! ¡Te vas multado! ¡Te vas del equipo! Etcétera.

Escolarizar al futbolista

Alguna vez en el programa de radio en el que participo (Palabra del deporte), Mikel Arriola, presidente de la Liga MX, me compartió que le gustaría implementar un programa para escolarizar al futbolista y así acabar con muchos vicios que ellos tienen, como la falta de disciplina dentro y fuera de la cancha.

Esa idea no me pareció mala, puesto que soy un convencido de que entre más jugadores alfabetizados tengamos en nuestro futbol será más fácil progresar, incluso, en la parte deportiva.

Sé que hay clubes que buscaron incluso licenciar a sus propios futbolistas. Chivas lo intentó por un tiempo pero no funcionó como se esperaba. Y en Pumas siempre ha existido esa opción de que el jugador estudie en el campus de la UNAM, pero no es una obligación.

Un jugador preparado en la cancha normalmente deja un buen mensaje a quienes a la distancia lo ven.