Con bombo y platillo la Liga MX anunció que firmó un acuerdo de alianza con la Serie A del futbol de Italia para impulsar el talento de jugadores mexicanos jóvenes en Europa y de paso conseguir que se considere a nuestra liga como una de las mejores en cuanto a desarrollo de futbolistas a nivel internacional.
Todavía no se sabe exactamente cuál será la metodología y estrategia a seguir, pero me da la impresión de que le dieron atole con el dedo a la gente del futbol italiano.
En principio de cuentas, creo que de esta fusión entre el futbol mexicano y el italiano habrá con el paso de los años algunos chispazos positivos, pero en lo general no pienso que llegue a buen puerto. Y por una razón muy sencilla: si nuestro futbol no es capaz de formar jugadores para que trasciendan en el medio local, menos lo va a lograr en el ámbito internacional.
Para que se considere a la Liga MX como una de las mejores formadoras de jugadores talentosos que pueda exportar a Europa primero tiene que cambiar sus reglas, que atentan contra el desarrollo de los propios futbolistas mexicanos.
Para muestra, un botón: el reglamento de la Liga MX, en su fracción 26, indica que “los clubes solo podrán contar con un máximo de doce jugadores no formados en México registrados en todo su plantel”. ¡Jajajaja! ¡Háganme el mentado favor! Nada más leer ese apartado me chillan los ojos.
Desarrollo
Hay otro fenómeno en nuestro balompié que no ayuda en nada a los jugadores noveles y es la falta de continuidad, esa que le tienen que brindar al jugador que apenas nace en el profesionalismo, porque debutar jugadores quizá no es difícil pero consolidarlos sí. En otras palabras, no se trata solo de poner a la sangre nueva en la cancha: se trata también de procurarla, de darle la paciencia suficiente para que el desarrollo sea el óptimo y el futuro brillante.
Sin embargo, debo aceptar que hay equipos que lo han hecho muy bien debutando jugadores y respaldándolos con continuidad en la cancha. Puntualmente me refiero a Pachuca y Santos Laguna, dos clubes que trabajan mejor que cualquier otro en cuanto a desarrollo de talentos.
Así, entonces, es prácticamente nula la capacidad formativa que se tiene en el futbol mexicano gracias a reglas absurdas, vicios difíciles de erradicar y un pensamiento arcaico de dirigentes que siguen convencidos de que llenar la Liga MX de extranjeros es sinónimo de negocio y, para su mala fortuna, ya no es así.
Finalmente, es muy probable que los dirigentes de la liga italiana se lleven tremendo susto cuando se den cuenta de cómo funciona el futbol mexicano en la parte formativa y de desarrollo de talentos; en ese momento seguramente los dirigentes mexicanos recibirán una asesoría y más les vale que callen, escuchen y aprendan de quienes sí saben formar jugadores y, de paso, hacer un negocio integral con ellos.