LOS VEO CON MEDALLA DORADA

“Profesionales dentro y fuera de la cancha”.

Cristopher Rivera
Columnas
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La Selección Sub-23 que participó en el preolímpico de Guadalajara dejó cuentas maravillosas y sensaciones muy buenas: además de conseguir el pase olímpico, que era una obligación, en la parte deportiva e individual creo que hay mucho que destacar.

Como equipo, en la ejecución del juego de conjunto esta selección bien dirigida por Jaime Lozano demostró que tiene personalidad, pero sobre todo madurez en la parte deportiva y eso es gracias a que la gran mayoría de ellos están fuera del rango de la improvisación ya que han tenido la oportunidad de sumar minutos y de consolidarse en sus respectivos clubes.

Después, en la parte individual, hay nombres muy particulares que tuvieron destacadas actuaciones en el torneo de Guadalajara y se proyectan para ser la columna vertebral del equipo olímpico. Son los casos de Francisco Sebastián Córdova, Charly Rodríguez, Roberto Alvarado, Uriel Antuna, Alexis Vega y hasta el propio José Juan Macías, quien no tuvo su mejor torneo preolímpico.

Estos jugadores resultan piezas clave y, si me apuran, en un ratito más muchos de ellos estarán jugando en Europa.

Por si fuera poco a esta selección olímpica se le sumarán otros jugadores de probada calidad que dan la edad. Ellos fueron cedidos a la selección mayor durante el preolímpico de Guadalajara, pero no tengo duda de que estarán en Tokio. Me refiero a Diego Lainez y Edson Álvarez, dos mexicanos que atraviesan por un maravilloso momento futbolístico con el Real Betis Balompié y Ajax de Holanda, respectivamente.

Talento

Con toda esta sumatoria de talento, de jugadores que han demostrado tener los argumentos para llevar una carrera exitosa, sin lugar a dudas creo que podemos imaginar otra medalla de oro para la selección mexicana olímpica.

Es más: me atrevería a decir que este grupo de jugadores que estará en Tokio me resulta más talentoso que aquel que hizo historia al ganar la presea dorada contra Brasil en los juegos de Londres 2012. ¡Ojo! No estoy demeritando a esa selección que dirigió Luis Fernando Tena: simplemente estoy hablando de talento puro.

Así, entonces, la tarea que tiene el entrenador Jaime Lozano en el futuro inmediato es harto complicada ya que tendrá que propiciar que esos jugadores con irrefutable calidad mantengan un nivel óptimo de aquí al arranque de los juegos de Tokio 2021.

Insisto, no será fácil. Sobre todo porque los tiempos son muy justos. Por otro lado también considero que esos jugadores que están bien visualizados por el propio estratega nacional olímpico tendrán la obligación de cuidarse, de ser profesionales dentro y fuera de la cancha, para así llegar a la justa veraniega en inmejorables condiciones de competencia.

Tengo mucha fe en esta selección, en este proyecto que comanda Jaime Lozano. Y no porque me gane el corazón sino porque veo en el grueso de los jugadores el talento y la mentalidad suficientes para poner en alto de nueva cuenta al futbol mexicano.