SALE BRIZIO, ENTRA ARCHUNDIA

“La tarea de Archundia no será sencilla, ya que hereda un verdadero cochinero”.

Cristopher Rivera
Columnas
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¡Por fin! Arturo Brizio Carter se dio cuenta que no necesariamente la calidad que mostró como árbitro en la cancha se puede trasladar al escritorio, por eso, dio un paso al costado como titular de la Comisión de Árbitros de la Federación Mexicana de Futbol. ¡El puesto le quedó muy grande!

El lugar de Brizio Carter ha sido ocupado por el también exárbitro Armando Archundia, otro que, sin duda, dejó muy buenas impresiones como silbante de su época y ahora le tocará revertir la crisis por la que atraviesa dicha comisión.

La tarea de Archundia no será sencilla, ya que hereda un verdadero cochinero y voy a tomarme la molestia de sugerirle algunos puntos que tendrá que atacar para que el entorno arbitral del futbol mexicano vaya mejorando paso a paso.

Sugiero:

Nuevas generaciones Urge sangre nueva. Los silbantes actuales han adquirido vicios negativos derivados de la tibieza con la que se gestionó en los últimos años la Comisión de Árbitros. Hoy no hay un solo buen árbitro en nuestro futbol, claro que, de un grupo poco talentoso siempre está el mejorcito. Ahora se necesita generar una baraja de cinco buenos colegiados como ocurría hace 15 o 20 años atrás.

Nuevos procesos de capacitación Con nuevos árbitros o no, Armando Archundia tendrá que diseñar junto con su equipo de trabajo una nueva metodología para capacitar o entrenar a los silbantes. Este programa debería propiciar que los criterios sean más lógicos, más apegados a lo que es el futbol, ayudando también a que se utilicen de manera correcta todas las herramientas que existen para que en la cancha se plasme un mejor trabajo. Esto me lleva al siguiente punto.

Comprendan que el VAR no pita, es solo una herramienta

En la gestión anterior, nunca entendió Arturo Brizio y sus árbitros cómo usar el Video Assistant Referee (VAR), tecnología que estaba a su disposición para que impartan justicia con los menos errores posibles, pero siempre estuvieron confundidos, nunca supieron utilizar la herramienta, al grado de que el árbitro ya mejor dejaba que el VAR lo decida todo y ese no era, ni es el objetivo. Armando Archundia debe de crear un programa específico para orientar a los árbitros y sepan cuándo sí y cuándo no, se debe utilizar tal.

Ponerlos a jugar futbol El árbitro debe tener la sensibilidad para entender que hay acciones en la cancha meramente futboleras, que siempre han sido parte de este deporte y eso solo se logra no solamente viendo futbol, sino también practicándolo. Una vez que el árbitro sepa calificar pasajes estrictamente futboleros, los partidos no tendrán pausas absurdas e innecesarias y el juego será más fluido, como lo queremos todos.

Acabar con la soberbia y protagonismo Esta será para Armando Archundia una tarea difícil, porque el grueso de los árbitros parece que más bien quisieron ser actores.

Siempre he pensado y no tengo duda de que el árbitro se tiene que dar a respetar en la cancha, denotar su autoridad y dejar claro que él es intocable, pero eso se logra de manera muy inteligente, no de una manera sobrada. Hoy el árbitro cree que es el principal protagonista de un partido de futbol, cuándo en realidad es el jugador.

Autocrítica Para Arturo Brizio todo era color de rosa en su gestión, consideraba mediante evaluaciones públicas que sus silbantes rayaban en la perfección, cuando evidentemente era todo lo contrario. Ante esa falta de autocrítica no había margen de progreso en el entorno arbitral. Ahora Armando Archundia tendrá que acabar sí o sí con esa soberbia y ceguera dirigencial.

Los 6 puntos anteriores son los que, para mí, se tienen que atacar con carácter urgente, pues estoy seguro que de ser así, veremos todos a futuro un mejor espectáculo en las diferentes plazas del futbol mexicano.