UN MUNDIAL DESALMADO

“Será más un Mundial de individualidades que de juego de conjunto”.

Cristopher Rivera
Columnas
mundial catar 2022

Arrancó la Copa del Mundo, una competencia que por muchos años se ha caracterizado por ser “EL EVENTO” por encima de cualquier otro, pero en esta ocasión, la verdad, queda lejos del interés de los aficionados, especialmente al futbol.

En mi caso particular es un evento que obligatoriamente tengo que seguir, puesto que mi profesión así lo exige; sin embargo, desde las cámaras, desde el micrófono de la radio o desde la redacción de una editorial como esta no me siento enamorado ni tampoco apasionado como sí lo estaba en otras Copas del Mundo.

No obstante, a la par de mi ejercicio periodístico también soy un aficionado, por lo que inevitablemente me puse a reflexionar acerca del porqué —al igual que muchas personas— tengo esa sensación de desánimo hacia lo que es el Mundial de Catar, llegando a elucubraciones que no están fuera de la realidad y se las comparto…

Por un lado, está la época del año, otoño-invierno, que normalmente nos invita a enfocarnos más en otras cosas de mayor importancia que un Mundial. Cabe destacar que detrás de todo esto (celebrar la Copa del Mundo a estas alturas del año) hay una Federación Internacional de Futbol Asociación (FIFA) que cayó en terribles actos de corrupción y solapó al gobierno de Catar un triste pasaje de violación de derechos humanos con los trabajadores que ayudaron a construir los estadios que son sede.

Muchos de ellos murieron en la propia obra por las cargas laborales tan intensas. Eso ya lo hace un mundial gris.

Luego, algo que no ha ayudado a que la emoción sea sincera en este Mundial de Catar son los formatos previos. La FIFA primero se empeñó en darle a Catar el evento sobre finales del año, para posteriormente trastocar los calendarios de las diferentes ligas, principalmente las europeas, lo que origina que la gran mayoría de las selecciones se juntarán a muy pocos días del certamen. Eso en lo deportivo o el espectáculo en la cancha no ayudará mucho.

Tengo la sensación de que será más un Mundial de individualidades que de juego de conjunto. Si es así, sería un trago muy amargo para los que verdaderamente sabemos de este deporte.

México

Después, fuera de las estafas millonarias e incongruencias de la FIFA y un Catar que pagó la organización del mundial a billetazos, no me siento motivado por mi propia Selección Mexicana de Futbol.

Antes de profundizar en este último punto quiero transmitirle que no hay mayor satisfacción que ver a mi país ganando, en lo más alto, pero en este momento el equipo mexicano, ya con sus primeros minutos mundialistas, no me transmite nada y es gracias a que su futbol no está a la altura de lo que se debe mostrar en una Copa del Mundo. Aunque esto tampoco es una novedad; es decir, un poco más de lo mismo, y ya estoy cansado.

Claro que también queda mucha historia en Catar y si México llega al mediocre y famoso quinto partido muchos hablarán de progreso, pero estarán equivocados: para que nuestro futbol progrese se necesita más que eso.

Por último, esta Selección Mexicana de Futbol que participa en el Mundial deriva de un trabajo pavoroso de la Federación Mexicana de Futbol, que aún dirige de manera increíble e inexplicable el señor Yon de Luisa. Muy probablemente este órgano rector del futbol mexicano esté atravesando su peor crisis de la historia y eso ayuda a que el entorno de selecciones nacionales se vea perjudicado en la parte deportiva.

Total que, con el cúmulo de los pensamientos, le tengo que decir que este es un Mundial desalmado. ¡Que gane el mejor!