TRAICIÓN A UNA TRADICIÓN

El número de equipos en Primera División pasaría de 18 a 20 o 24 clubes.

Cristopher Rivera
Columnas
Foto: Especial
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Nos guste o no el futbol es el deporte líder en el mundo: es casi como una religión en países como Argentina, Brasil o Inglaterra; y México no se queda atrás.

Somos un país futbolero capaz de priorizar el sufrimiento que genera la derrota del equipo de los amores, por el sufrimiento que se crea por otros sucesos que quizá valen más la pena atender.

Todo ese fanatismo que nace del futbol deriva en un negocio redondo gracias a que el aficionado es capaz de consumir todo aquello que rodea el entorno de este deporte; y eso es muy respetable.

Después, desde el punto de vista romántico, el futbol en muchas familias gesta bonitas tradiciones que llevan consigo convivencia, hermandad en algunos casos, lealtad e ilusiones. Dicen por ahí que nada como un domingo en familia viendo ganar a tu equipo favorito o sufrir con los amigos la derrota.

Pero decía yo que el futbol genera ilusiones: también sueños. Me ha tocado estar en Oaxaca donde la gente espera con ansias que su equipo, los Alebrijes, ascienda a Primera División. También he estado en Chiapas, donde de igual manera anhelan volver a tener futbol de primera. Y lo mismo en Guadalajara con los Leones Negros, etcétera.

Sin embargo esas ilusiones que tienen los aficionados de ver a su equipo en el máximo circuito las quieren esfumar de un plumazo. ¿Quiénes? Los federativos, es decir, Yon de Luisa, presidente de la Federación Mexicana de Futbol; Enrique Bonilla, titular de la Liga MX, y todos sus aliados cobardes: ellos tienen la intención de cuidar los billetes para desaparecer el ascenso y el descenso en el futbol mexicano. ¡Así como lo lee y de ese tamaño!

Qué triste será ver un futbol mexicano en el que las derrotas no importen, en el caso de la Primera División, y en el que las victorias signifiquen nada, en el caso de la división de ascenso. El espíritu competitivo del futbol mexicano está peligro de extinción.

Porquería

¿Por qué quieren desaparecer el ascenso y descenso en la Liga MX?

¡Bueno! Tal estupidez, según los de pantalón largo, es para que los equipos de la división de ascenso se fortalezcan económicamente durante cinco años y eso se logrará, por ejemplo, dándole un importante premio económico a aquel equipo que logre ser campeón. En otras palabras, en vez de que el premio sea ascender a Primera los llenarán de billetes y seguirán en Segunda.

Qué manera tan corriente de jugar con los aficionados de esos equipos de ascenso, pero sobre todo con los futbolistas, quienes junto con su gente, les aseguro, prefieren mil veces ocupar un lugar en Primera División que recibir dinero por ser campeón.

Y por si fuera poco y no bastara la liga, una vez aplicado el plan antiascenso y descenso, buscará incrementar el número de equipos en Primera División, que pasaría de 18 a 20 o 24 clubes, mismos que aparentemente no se ganarían su lugar por la vía deportiva sino por la vía administrativa o por invitación. Parece que el Atlante será uno de esos invitados a regresar al máximo circuito sin ganárselo en la cancha.

¡En fin! Están haciendo del futbol mexicano una verdadera porquería. Le están arrebatando al futbol de nuestro país mucha de su esencia pero, sobre todo, con el afán de asegurar su dinero están traicionando una tradición que a muchos les llena la vida y les alimenta el alma.