AUTOPERCEPCIÓN DIALOGADA

Daniela Suárez
Columnas
Foto: Especial
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La percepción es el proceso mediante el cual el espíritu completa una impresión de los sentidos, con un acompañamiento de imágenes.

Alfred Binet


La percepción es algo curioso. Cada quien tiene la capacidad de ver el mundo y entenderlo como cada quien es, no necesariamente como el mundo se presenta. Debido a nuestras creencias, el lugar en donde crecimos, nuestra educación, religión, amistades, trabajo y/o estilo de vida adoptamos poco a poco una visión, una postura y un entendimiento, mismo que moldeamos con el tiempo. A esto llamamos percepción; por ello cada quien percibimos lo que podemos y en la medida en la que podemos.

Algo distinto es la autopercepción; esto es, cómo nos vemos a nosotros mismos. Sin lugar a dudas cómo nos percibimos es muy distinto a como el mundo y las personas nos perciben. Quizá yo me describa como una persona tímida y seria, mientras que mis familiares o amigos podrían describirme como alguien abierta y muy platicadora. Es algo curioso pero nunca nos veremos como los demás nos ven; y por lo mismo seguramente nos describiremos como personas distintas.

De hecho un estudio publicado en el diario Social Neuroscience brinda nuevos hallazgos en la perspectiva de cómo nos percibimos. Para la investigación los expertos grabaron la actividad cerebral de 109 adolescentes mientras cada uno leía en voz alta palabras y adjetivos positivos y negativos, como triste o feliz, y se identificaban o no con las descripciones.

Procesamiento

Al examinar distintos comportamientos neuronales los investigadores hallaron que los participantes con tendencias exageradas de identificarse con palabras negativas como autodescriptivas mostraron un procesamiento diferente de las palabras positivas al referirse a sí mismos, comparados con aquellos que tendieron a ver las palabras positivas como autodescriptivas. Es decir: las personas con sesgos negativos mayores pareciera que procesan la información autorreferencial de manera distinta de los individuos que mostraron sesgos más positivos.

Lo que indican estos hallazgos es que como procesamos la información en referencia a nosotros mismos (ejemplo: ¿me siento popular o soy un nerd?) moldea cómo notamos, interpretamos y recordamos cosas de nosotros mismos. “Las personas que se encuentran en los extremos de los sesgos negativos y positivos pueden actuar y reaccionar de manera muy distinta, tanto en un nivel automático como haciendo un nivel de esfuerzo considerable en cómo sus cerebros procesan la información de hacer juicios de autopercepción. Hemos notado que los adolescentes que ven ‘el vaso más vacío’ no necesariamente se enfocan más en describirse negativamente, pero sí les hace falta un procesamiento intencional de información personal positiva”, aseguró Tianyuan Ke, coautor del estudio.

Los investigadores encontraron que síntomas depresivos se asocian con un incremento de la aprobación de palabras negativas, pero sorprendentemente síntomas de depresión aparentemente no se relacionaron con actividad cerebral.

Aunque el estudio es apenas la punta del iceberg los expertos continuarán indagando sobre el mismo tema. ¿Y tú, cómo te percibes?