CREENCIAS CONSPIRATIVAS

Algunas personas son más susceptibles a creer afirmaciones sin fundamentos.

Daniela Suárez
Columnas
Foto: Especial
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Somos aquello en lo que creemos, aún sin darnos cuenta.

Carlos Monsiváis


En otra ocasión hablé acerca de las teorías de la conspiración y la razón detrás de por qué las personas las creen con tanta frecuencia. Si acaso existe alguna duda, de acuerdo con varias fuentes las teorías de conspiración son una serie de suposiciones con las cuales se pretende dar explicación a sucesos trascendentales dentro de la historia, la política, la sociedad y la economía de un país.

Por lo general estas teorías se cree que están diseñadas por un grupo de poder que quiere controlar a la sociedad. Hay muchísimas de ellas y algunas aseguran que los extraterrestres ya han llegado a la Tierra pero los gobiernos lo esconden. Otras creen que Paul McCartney murió y ha sido reemplazado por una persona falsa, mientras que varias afirman que Justin Trudeau, el primer ministro de Canadá, es hijo de Fidel Castro.

Si bien existe mucha información útil y veraz, también hay gran cantidad de opinión que no necesariamente esté validada por expertos. Aun así las personas que creen en teorías de la conspiración son más susceptibles a pensar en la veracidad de la seudociencia y en fenómenos paranormales, asegura una nueva investigación publicada en el diario Applied Cognitive Psychology. De acuerdo con los hallazgos de este estudio algunas personas son más susceptibles a creer afirmaciones sin fundamentos.

Para la investigación los expertos hicieron una encuesta a 286 estudiantes de universidad para conocer sus creencias paranormales, pensamientos ante teorías de la conspiración, conocimiento de datos acerca de la sicología y aceptación de seudociencia. Se les preguntó en escalas cuánto estaban de acuerdo con afirmaciones como “la tecnología con capacidad de controlar la mente es utilizada en personas sin su consentimiento” y 30 teorías de conspiración específicas.

Tendencias

La escala de teorías incluía algunas populares pero que ya fueron desmentidas, otras inventadas por los investigadores y conspiraciones que sí han resultado verídicas.

El equipo del Dr. Alan Bensley, profesor de Sicología en la Frostburg State University, encontró que los participantes que reconocían ideas de conspiración en general también tendían a creer en ideas que ya habían sido desmentidas al igual que en teorías de la conspiración.

A la vez participantes que creían en mitos desmentidos y datos inventados también tendieron a creer en afirmaciones no fundamentadas, prácticas sicológicas sin sustento y fenómenos paranormales. “Las personas muestran diferencias individuales en la tendencia de creer en teorías sin fundamentos. Es sabido que la gente que cree en afirmaciones como que el ataque del 9-11 fue provocado por el gobierno también tiende a creer otras con facilidad”, asegura Bensley.

Si bien la idea del equipo es demostrar que las personas que creen ideas sin sustento con facilidad pueden caer con teorías falsas su estudio aún es una muestra muy pequeña. Los investigadores piensan expandir la muestra para poder sustentar con más personas los resultados.