¿Alguna vez te has detenido a escuchar tu propia respiración? ¿Has sentido la fuerza que tienen tus pulmones al inhalar y al exhalar? ¿Te has puesto a pensar en lo importante que es respirar? Estoy convencida de que muchos de nosotros no valoramos lo importante que es la respiración, simplemente por el hecho de que ya es algo que hacemos inconscientemente y en automático. Sin embargo, el aliento es lo primero que hacemos al nacer y lo último que dejamos ir antes de morir. Se dice que entre la vida y la muerte alcanzamos hasta medio billón de respiraciones pero, ¿cuántos suspiros los hacemos contar?
La respiración, además de darnos vida, es algo que conecta e involucra a la mente y al cuerpo, afecta a los pensamientos y a la vez ellos hacen que nuestro ritmo se vea afectado.
Lograr respirar con conciencia puede ser una buena herramienta para mantener un balance entre el cuerpo y la mente.
Expertos aseveran que aprender a respirar profunda y pausadamente trae beneficios como reducir la ansiedad y depresión, estabilizar la presión baja, incrementar niveles de energía, relajar los músculos y reducir los niveles de estrés y sensación de estar abrumado.
Además de los beneficios antes mencionados, científicos de la Northwestern University Feinberg School of Medicine encontraron por primera vez que el ritmo de la respiración crea actividad eléctrica en el cerebro, la cual ayuda a mejorar los juicios emocionales, así como la memoria. Estos efectos en el comportamiento dependen si inhalas o exhalas y si lo haces por la nariz o la boca.
Por medio de un estudio, los expertos se dieron cuenta de que los pacientes podían identificar una cara temerosa más rápido al inhalar que al exhalar. También eran más capaces de recordar un objeto si lo encontraban mientras inhalaban que si exhalaban. Este efecto desaparecía si el aire entraba por la boca.
Sorpresas
“Uno de los hallazgos más grandes en el estudio es que hay una diferencia dramática en la actividad cerebral de la amígdala y el hipocampo durante la exhalación, comparada con la inhalación. Al inhalar se estimulan neuronas en el córtex del olfato y alrededor del sistema linfático”, comentó Christina Zelano, autora del estudio.
La amígdala se relaciona fuertemente con el procesamiento emocional, en particular con las emociones que involucran al miedo, aseguran los científicos.
Para el estudio los autores le pidieron a 60 sujetos que tomaran decisiones rápidas sobre las expresiones emocionales mientras registraban su respiración. Les presentaron dibujos con caras que mostraban expresiones de temor o sorpresa y los voluntarios debían indicar lo más rápido posible la emoción que expresaba la cara. Al ver las caras mientras inhalaban, los pacientes reconocían más rápido el miedo que al exhalar.
En el caso de la sorpresa no fue lo mismo, al igual que cuando los estudiados respiraban por la boca. Estos hallazgos implican que una respiración agitada puede usarse como ventaja cuando estamos en una situación peligrosa.
Sea cual sea el beneficio de respirar, creo que es algo en lo que siempre deberíamos tratar de profundizar.