NOSTALGIA NATURAL

Una ventana a una enseñanza nueva sobre cómo se experimenta la nostalgia en un día normal.

Daniela Suárez
Columnas
Foto: Especial
Ilustración

La nostalgia verdadera es una composición efímera de memorias desconectadas.

Florence King


La nostalgia es algo casi mágico; son las memorias recicladas que de la nada aparecen y nos hacen recordar momentos maravillosos. La nostalgia es interesante, sigilosa y sobre todo sorpresiva; no nos avisa cuándo se presentará y mucho menos qué sentimientos traerá. La Real Academia Española define a la nostalgia con dos enunciados: “Pena de verse ausente de la patria o de los deudos o amigos” y “Tristeza melancólica originada por el recuerdo de una dicha pérdida”. Y a pesar de que sin duda el diccionario sabe más que yo, no puedo evitar pensar que se equivoca. Considero que la nostalgia no es un sentimiento ominoso, ni negativo, sino que también provoca sensaciones positivas que llegan a través de un recuerdo.

De hecho desde hace una década hay investigaciones que estudian la sicología de la nostalgia y cómo se desarrolla. Los hallazgos muestran que las personas se identifican con cosas nostálgicas cuando se sienten tristes o desganados justamente para poder incrementar y subir sus ánimos y autoestima. Evidencia experimental indica que la nostalgia se experimenta cuando hay emociones abrumadoramente positivas. A la vez tiene el efecto de levantar el ánimo y el sentido de tener un propósito en la vida. Por si fuera poco entre los hallazgos también se encontró que la nostalgia ayuda a subir la autoestima y el optimismo para el futuro.

A pesar de estos anteriores hallazgos el sicólogo de la University of Southern California, David Newman, y sus colegas argumentan que estos efectos se pueden deber más al ambiente experimental que a la naturaleza concreta de la nostalgia. Por ejemplo, en un estudio típico de laboratorio los participantes reportan recuerdos de memorias personales positivas y responden a cuestionarios para medir su humor, autoestima, confianza en sí mismos, optimismo y orientación futura y con ello sacan resultados.

Método

Sin embargo Newman y sus colegas aseguran que estos estudios no muestran nada de la naturaleza de la nostalgia ni los roles que juega cotidianamente. Para abordar esto el experto hizo una serie de estudios donde midió el día a día de los participantes en tiempo real. Mediante una aplicación los sujetos recibían mensajes de texto y debían llenar cuestionarios donde reportaban qué estaban haciendo, pensando y sintiendo en ese momento. Este método evadió el sesgo de los recuerdos y con ello los sentimientos que se generan cuando llega una memoria.

Los resultados revelaron dos cosas: la primera es que los participantes se sentían más nostálgicos cuando estaban con familiares y amigos o comiendo que al estar trabajando o en la escuela. La segunda es que la gente es más propensa a experimentar nostalgia al sentirse deprimida que cuando está contenta. Este segundo hallazgo parece contradecir otros estudios de laboratorio que dicen que la nostalgia inducida se experimenta al recordar eventos positivos. Sin embargo el método por medio del cual se hizo este estudio abre una ventana a una enseñanza nueva sobre cómo se experimenta la nostalgia en un día normal y muestra un destello de cómo se presenta esta sensación con naturalidad. ¿Tú cómo mides la nostalgia?