ATENCIÓN DILATADA

“Prestamos más atención a quien creemos que también nos la brinda”.

Daniela Suárez
Columnas
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Ser bueno o malo, ser hábil o torpe: en realidad, no importa. Lo único importante es prestar atención.

Haruki Murakami

Tener la atención de alguien se siente muy bien. Nos sentimos escuchados, tomados en cuenta y hasta puede ser bueno para nuestra seguridad personal, ya que entendemos que a alguien le importamos. ¿Pero cómo sabemos cuando alguien nos está poniendo atención? Tal vez la intensidad de su mirada o la intención de sus preguntas sea algo que los delata. Pero físicamente hay una señal mucho más clara: las pupilas dilatadas.

Clara Colombatto y Brian Scholl, de la Universidad de Yale, publicaron un artículo en el Journal of Experimental Psychology donde cuentan que por lo general nuestras pupilas se dilatan de forma automática e incontrolable cuando estamos emocionalmente excitados, al estar en medio de resolver algo o simplemente cuando estamos atendiendo una cosa en específico.

Sin embargo, cuando una persona nos está prestando atención los seres humanos queremos saber que esto está sucediendo y quizás hasta nos sea importante para poder ser recíprocos o poder hasta activar una señal de alarma en el caso de que nos sintamos inseguros.

Para su estudio los expertos reunieron a grupos de estudiantes que harían dos ejercicios de manera virtual. Los ejercicios fueron hechos en línea y para cada uno los investigadores manipularon una serie de imágenes que solo gradualmente fueron perceptibles. Al momento de que los participantes percibieran una parte de una imagen borrosa como más clara, debían presionar una tecla. En los dos estudios principales los estudiantes fueron expuestos a imágenes de hombres y mujeres del torso hacia arriba. En cada imagen las pupilas fueron manipuladas para verse más pequeñas o más grandes.

Resultados

En el primer estudio los investigadores recortaron las pupilas y las colocaron como si fuesen botones, mientras que en el segundo estudio los expertos recortaron las pupilas, las hicieron pequeñas y las colocaron como si fueran lunares. En cada imagen los investigadores manipularon y variaron el tamaño de las pupilas, colocaron supuestos lunares y también supuestos botones y pidieron a los participantes que identificaran las diferencias entre las imágenes. Los resultados mostraron que los participantes tuvieron conciencia y prestaron una atención más rápida a las imágenes que tenían las pupilas dilatadas. Incluso indicaron que estas imágenes les habían resaltado más que aquellas que tenían lunares nuevos en las caras.

“Pareciera que nuestro sistema visual está más a tono y atento a pupilas dilatadas, mismas que conllevan un significado social”, comentan los expertos.

En la retroalimentación de los experimentos únicamente dos de 60 participantes indicaron que habían visto diferencia en las imágenes. Uno se refirió al color de los ojos y otro dijo que algunas de las imágenes parecían más intensas.

Al revelar que inconscientemente le prestamos más atención a quien creemos que también nos la está brindando podemos crear una “atención contagiada”, concluyen los investigadores.

¿Y tú cómo reconoces la atención del otro?