Hasta que uno no ha amado a un animal una parte del alma sigue sin despertar. Anatole France
Para algunos de nosotros los animales en general, y las mascotas en particular, representan una parte extremadamente importante dentro de nuestras vidas. Las mascotas son variadas y pueden ser desde perros, gatos, pericos, peces, puercoespines hasta diferentes reptiles. ¿Pero por qué son tan importantes las mascotas? Los animales que tenemos en casa nos representan compañía, distracción, un motivo para salir a pasear en familia, horas de juego infinitas y definitivamente nos brindan mucho amor y mucho cariño.
Además de todo lo enlistado anteriormente se ha probado que los animales pueden ser también la mejor medicina. De hecho, investigaciones sugieren que las mascotas son un aspecto importante dentro de las terapias cuando algunas personas lo necesitan sobremanera.
De acuerdo con la Delta Society, una organización sin fines de lucro dedicada a los programas de asistencia con animales, hay dos tipos de interacciones: las intervenciones de asistencia con animales, las cuales son “diversos procedimientos dirigidos con metas que se enfocan a aspectos específicos (de desarrollo, terapéuticos, emocionales y de comportamiento) de un individuo o grupos de personas que trabajan con animales entrenados”; y la terapia de asistencia animal, “intervenciones con objetivos dirigidos, diseñadas para promover el funcionamiento físico, social, emocional o cognitivo de una persona, involucrando a un animal específicamente entrenado para este proceso”.
Atracción
De hecho, las intervenciones de asistencia con animales han existido desde hace décadas en la siquiatría debido a su éxito mensurable. Samuel Corson, considerado como el padre de la terapia de asistencia con animales, comenzó en los setenta a introducir dentro de hospitales siquiátricos a perros después de notar cambios favorables en la interacción social no solo del paciente en turno sino de otros pacientes. Desde entonces se utilizan animales para diferentes intervenciones terapéuticas. Entre ellas la esquizofrenia y el autismo.
En un estudio, investigadores se percataron de que después de que pacientes adultos diagnosticados con esquizofrenia interactuaron con un perro tres veces por semana durante un lapso de seis meses lograron un mejoramiento en sus funciones sociales. En otra investigación, expertos expusieron a niños autistas durante diez semanas a una terapia con caballos y se percataron de que los pacientes mejoraron sus funciones sociales significativamente, en comparación con otros niños que no asistieron a la equinoterapia.
Los expertos aseguran que los animales tienen este efecto en las personas porque ayudan a reducir la ansiedad gracias a la atracción que tenemos hacia otro organismo vivo.
A la par, los animales actúan como lubricantes sociales en el sentido de que abren un campo de conversación entre los pacientes y sus médicos tratantes.
Sin duda la terapia con animales es muy positiva. Y algo de lo que también estoy convencida es que su compañía, además, siempre nos brinda mucha alegría.