CONFUSA BONDAD

“Es común que los seres humanos tratemos de descifrar a las personas”.

Daniela Suárez
Columnas
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El único símbolo de superioridad que conozco es la bondad.

Ludwig van Beethoven

Hay veces en la vida en las que conocemos a personas y pensamos que son buenas, pero después descubrimos que han hecho algo malo y nos vuelcan la perspectiva. Cambia por completo la forma en que las vemos y a la vez cambia también la manera en la que nos percibimos a nosotros mismos, ya que podemos llegar a pensar que nuestro juicio moral es malo o nuestra percepción de la realidad no es lo que era. Esto sucede más veces de lo que pensamos y de acuerdo con un estudio publicado en Social Psychology and Personality Science las consecuencias tienen un gran alcance.

En dos estudios iniciales Kate W. Guan y Steven J. Heine, de la University of British Columbia, le pidieron a participantes que recordaran haber tenido una experiencia donde conocieron a una persona que consideraron inicialmente buena y quien después hizo algo malo.

Luego de recordar los detalles de un evento así los participantes contestaron una serie de preguntas sobre cómo se sintieron entonces. Los resultados sugieren que la experiencia de saber que una “buena persona” hizo algo malo es tan perturbador, que hace que dudemos de nuestra habilidad de hacer un juicio de carácter y sobre todo hace que el mundo se vuelva un entorno más confuso.

Tiempo real

En otro estudio los expertos reclutaron a 446 voluntarios para volver a hacer el experimento en tiempo real en vez de realizarlo con base en recuerdos. Los participantes tenían que imaginar que conocían a una persona nueva. A algunos de los participantes se les dijo que dicha persona parecía que era buena, amable, gentil y que le gustaba ayudar. A otros se les dijo que la persona parecía ser malvada, egoísta, cruel y hasta odiosa.

Después todos los voluntarios leyeron que dicha persona imaginaria había cometido algo malo, como propagar un discurso de odio o ser abusiva con un familiar. Al final del experimento los participantes tuvieron que contestar preguntas sobre cómo creían que esta experiencia influenciaría sus propias creencias y percepciones.

Los investigadores aseguran que aquellos participantes a quienes se les hizo creer que la persona imaginaria era buena, en general reportaron sentir una mayor amenaza ante su sentido del mundo, así como a su confianza al juzgar el carácter de alguien. Los expertos concluyen que los cambios notables entre la percepción de alguien bueno que después hizo algo malo tuvieron un impacto negativo más notorio que en aquellas personas que juzgaron a la persona como mala desde un inicio, ya que al final alguien malo de nuevo hizo mal.

Es común que los seres humanos tratemos de descifrar a las personas desde un inicio, y es una fórmula sencilla, puesto que con esto en mente nos enganchamos fácilmente con un libro o vemos siete capítulos seguidos de una serie. Entre más nos sentimos inseguros al no saber si una persona es “buena” o “mala”, más vemos o más continuamos leyendo para descubrirlo.

¿Y tú consideras que tienes buen juicio inicial o hay veces en las que hasta tu sombra te hace dudar?