CONVERSACIONES SOLITARIAS

“Un desconocido puede tener un impacto positivo en nuestras vidas”.

Daniela Suárez Roel
Columnas
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Una buena conversación debe agotar el tema, no a los interlocutores.

Winston Churchill

El Año Nuevo empezó sin aviso previo. Llegó como un imprevisto sigiloso casi sin avisarle a nadie. Así, sin menos, muchos empezamos a trazar nuestros propósitos y a delinear nuevas metas. Y a pesar de los altibajos e incertidumbre que nos ha traído la pandemia en los últimos años aquí seguimos de pie y dando batalla.

Ahora bien, muchos de nosotros nos hemos encontrado con la soledad mientras hemos tenido que estar aislados y en ocasiones buscamos cualquier pretexto para entablar conversaciones con extraños por el simple hecho de hablar.

Y también hay quienes le huimos a las pequeñas charlas y preferimos mirar la pantalla del celular en blanco antes que hablar con un desconocido. Pero ¿qué sucedería si tuviésemos que hablar a la fuerza con gente que no conocemos?

Investigadores de la Ciencia del Comportamiento en la Universidad de Chicago condujeron una serie de experimentos para responder a la anterior pregunta. Le asignaron a cientos de personas que viajan en transporte público tres condiciones distintas: interactuar con un extraño, sentarse y permanecer en solitario sin hablar con nadie o bien trasladarse como siempre lo hacen.

Adicionalmente un grupo en otro estudio tuvo que predecir qué escenario de los tres anteriores sería el más positivo. Mientras que la mayoría de los participantes predijo una experiencia más positiva a los viajeros solitarios, los resultados indicaron completamente lo contrario. Es decir, los participantes de los tres escenarios reportaron una experiencia más positiva (y no menos productiva) cuando conectaron con extraños a cuando no lo hicieron.

Novedad

Recientemente, Nicholas Epley, catedrático de Ciencias del Comportamiento y director del Centro de Investigación de Decisiones de la Escuela de Negocios Booth de la Universidad de Chicago, y su equipo replicaron el estudio en Londres con un grupo de personas que saldrían de la ciudad. Y similarmente encontraron que los pasajeros que tuvieron que entablar una conversación con un desconocido reportaron una experiencia más positiva y que probablemente la repetirían nuevamente.

Entonces, ¿qué nos impide iniciar conversaciones con extraños? Los expertos encontraron que los participantes creían que sería más difícil iniciar conversaciones que terminarlas: concluían que pocas personas les contestarían y se mostraron inseguros al pensar que un desconocido los rechazaría al iniciar una plática. Sin embargo, los participantes descubrieron todo lo contrario en los tres aspectos anteriores.

Honestamente estoy de acuerdo con las inseguridades y los miedos de los participantes. Es difícil, y sobre todo un poco terrorífico, iniciar una conversación con un desconocido.

Sin embargo, puede ser algo sumamente positivo. Podemos aprender cosas nuevas, pasar un buen rato y evitar esas conversaciones solitarias que de pronto todos tenemos con nuestras pantallas móviles que se pasean en blanco mientras obedecen a nuestros dedos que se mueven en automático. Además nunca sabemos si un desconocido puede tener un impacto positivo en nuestras vidas o bien al revés.

Es una mera posibilidad que le hagamos el día a alguien que se sentía solo o por lo menos podamos lograr compartir un momento de novedad durante la cotidianidad.

Y tú ¿entablarías una conversación con desconocidos?