La felicidad humana generalmente no se logra con grandes golpes de suerte, que pueden ocurrir pocas veces, sino con pequeñas cosas que ocurren todos los días. Benjamin Franklin
Cuando alguien nos saluda y nos pregunta cómo estamos casi generalmente y la mayor parte de las veces contestamos “bien, ¿y tú?” Nuestra respuesta es tan poco meditada y tan automática, que en breves ocasiones nos detenemos a contestar la manera real cómo nos sentimos en esos momentos. Pocas son las veces en que nos damos cuenta de nuestros propios sentimientos.
A pesar de ello es común que preguntemos y que amistades, familia, colegas y pareja nos pregunten “¿cómo estuvo tu día?” Y nuestras respuestas casi siempre son muy derechas y concisas. Pero ¿qué es lo que provoca esto? Ante cualquier momento experimentamos cierto grado de sensaciones positivas o negativas, algo que los sicólogos llaman “afecto positivo y negativo”. Y cuando hacemos un recuento de nuestro día normalmente este contiene cierto grado de un reporte retrospectivo. Por lo tanto, ¿cuánto afectan las sensaciones positivas o negativas a este recuento?
En dos estudios publicados en el Journal of Personality and Social Psychology los investigadores Andreas Neubauer, Stacey Scott y su equipo examinaron a 400 participantes. Cada uno de ellos fue evaluado diariamente por medio de un aparato que los interrumpía y les hacían preguntas específicas de cuántas sensaciones positivas y negativas experimentaban en ese momento. Las preguntas específicas eran acerca de sentimientos positivos como felicidad y alegría; y lo mismo con negativos, como ansiedad, frustración y tristeza.
Drásticos
Lo que hallaron mediante su análisis es que la escala para sentimientos felices era muy acertada, mientras que la escala con sentimientos negativos era un poco más extrema. Es decir, un buen día es uno en el cual experimentamos muchos sentimientos positivos durante el transcurso de la jornada, pero no necesariamente debe haber un momento feliz en particular sino que más bien es una sensación de felicidad en general. Por otro lado sentimos que un día es negativo en su totalidad incluso si solo percibimos un sentimiento negativo momentáneo.
En general tendemos a recordar los días como peores que el promedio de nuestros días negativos porque asociamos una experiencia negativa única como parte de todo el día y lo evaluamos más drásticamente que a pequeños momentos de felicidad que nos hacen pensar que todo el día fue uno bueno.
A pesar de que exageramos un poco más en cuanto a la negatividad, los expertos recomiendan recordar el día en retrospectiva objetiva y reconocer que no todos los momentos son tan oscuros como los pintamos.
Y tú ¿recuerdas más momentos negativos o positivos?