El que lee mucho y anda mucho, ve mucho y sabe mucho.
Miguel de Cervantes
Fue Borges quien afirmó que “uno no es lo que es por lo que escribe sino por lo que ha leído” y en esta columna que les comparto investigadores de la Universidad de Trento y del Consejo Nacional de Investigaciones en Italia estarían de acuerdo con cierta parte de esta afirmación ya que en un estudio publicado en la revista PLOS One expertos sugieren que el tipo de libros que uno lee es capaz de afectar la cognición social en distintas maneras.
Según su análisis la ficción literaria se asocia con el aumento de la complejidad de atribución y precisión en la predicción de actitudes sociales, mientras que la ficción popular se vincula con un mayor sesgo egocéntrico.
Para llegar a esta conclusión el autor del estudio, Emanuele Castano, se interesó en las maneras en las cuales la ficción moldea cómo pensamos e hizo una distinción entre las personas que leen a autores de ficción popular como Dan Brown, Tom Clancy, Jackie Collins y quienes leen ficción literaria de autores como Don Delillo, Jonathan Franzen o Alice Munroe.
Para el estudio los expertos analizaron a 493 individuos de 34 años en promedio. Por medio de un examen los voluntarios señalaron a qué autores conocían dentro de una lista extensa y además fueron evaluados con un examen de complejidad de atribuciones, el cual “ayuda a comprender la motivación para entender el comportamiento humano en conjunto con la preferencia por las explicaciones complejas del mismo”.
Los individuos también participaron en un consenso para medir su sesgo egocéntrico (escala en la que creen que los otros comparten sus mismos pensamientos y actitudes). Y como última evaluación los expertos midieron el estado mental de los participantes mediante una lectura de ojos (RMET, por sus siglas en inglés).
Predictores
Los resultados sugieren que leer ficción literaria es un predictor positivo de complejidad de las atribuciones, mientras que leer ficción popular es un predictor negativo, porque la ficción literaria “pinta una imagen más compleja de los asuntos humanos y de la sique. Quienes leen ficción literaria desarrollan esquemas más complejos acerca de los otros, su comportamiento y el mundo social en el que habitan”, asegura Castano.
A su vez los autores encontraron que la ficción literaria se vincula con la reducción de sesgos egocéntricos debido a que este tipo de literatura “alienta el entretenimiento de múltiples perspectivas simultáneamente” y esto reduce la tendencia que tenemos de creer que todos los demás piensan igual que uno mismo.
Los autores aclaran que ningún tipo de ficción es mejor que otra sino que como seres humanos necesitamos dos tipos de pensamiento que se entrenan con ambas ficciones. La ficción literaria nos empuja a evaluar a los demás como individuos únicos sin juicio y nos alienta a pensar profundamente, mientras que la ficción popular refuerza nuestros esquemas aprendidos socialmente y compartidos culturalmente.
Y a ti, ¿qué tipo de ficción te gusta más?