MORAL INEVITABLE

¿Cuál es la repuesta del ser humano ante lo inevitable?

Daniela Suárez Roel
Columnas
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Con la moral corregimos los errores de nuestros instintos y con el amor los errores de nuestra moral.

José Ortega y Gasset

Estoy segura de que todos hemos escuchado una historia similar a la siguiente: imaginemos que eres una autoridad oficial que debe tomar una decisión compleja; debes decidir si es mejor establecer una granja en una tierra que puede darle de comer a 100 familias hambrientas o bien debes podar más de cuatro mil metros cuadrados de selva para poner una granja donde le darías de comer a más de 500 familias. ¿Qué decisión tomarías? Si decides no podar los árboles estás de acuerdo con la mayoría.

Según resultados de un nuevo estudio publicado en el diario Psychological Science los participantes tendieron a elegir la respuesta más proambiental a pesar de todos los beneficios que esto podría traer. Esto no sorprendió a los conductores del estudio porque en varias ocasiones y distintas investigaciones la mayoría elige evitar el mal mayor.

Lo inevitable

Ahora imagina que la decisión es más difícil aún. Ya no existe más tierra disponible y debes podar un gran pedazo de selva. ¿Cortarías cuatro mil metros cuadrados para darle de comer a 100 familias o lo doble para que coman 500 familias?

Jonathan Berma, de la escuela de negocios de Londres, y Daniella Kupor, de la Universidad de Boston, están de acuerdo en que generalmente tomamos la decisión que menos daño cause, pero no habían estudiado la parte de lo inevitable. Y de hecho se sorprendieron de que en el segundo escenario casi 80% de los participantes eligió hacer más daño, es decir, podar el doble de árboles en vez de únicamente cuatro mil metros cuadrados.

Hicieron otros cinco estudios en los cuales plantearon situaciones donde el daño era inevitable y descubrieron que las personas constantemente tratan de maximizar el beneficio social en vez de minimizar la cantidad de daño causado. La mayoría de los estudios siguieron el mismo método: los participantes tenían un escenario en que el daño era evitable pero la elección de causar daño producía un mayor beneficio social, o uno en que era inevitable y la elección de hacer más daño producía un mayor beneficio social. Al juntar los resultados descubrieron que en el escenario donde el daño era evitable las decisiones de los participantes fueron derivadas de la intención de reducir el daño, pero cambió cuando se presentó una condición inevitable en la cual la toma de decisión estuvo guiada por el deseo de maximizar los beneficios de hacer daño.

En general los resultados del estudio sugieren que somos menos reacios al daño de lo que han implicado los estudios anteriores, al menos en lo que se refiere a las decisiones tomadas bajo la premisa de algo inevitable.

Y si bien son pequeñas conversaciones y resultados iniciales, muestran que la moral humana puede ser presionada y desmotivada cuando se ve atormentada por daños que parecieran inevitables. A pesar de que se habla de situaciones hipotéticas, el estudio nos da un vistazo de las posibles respuestas que puede formular el ser humano en decisiones a menor escala. Y tú, ¿qué decisiones tomarías?