¿Sabías que el ser humano pasa un tercio de su vida durmiendo? Y si no podemos dormir por un largo periodo de tiempo a la larga podemos experimentar mal humor, depresión, perdemos habilidad de aprender, así como de recordar cosas. El sueño es algo esencial para nuestro bienestar y es necesario. ¿Pero qué hay de los sueños? ¿Son estos importantes? De acuerdo con un artículo publicado en el diario PsyPost los sueños son “experiencias subjetivas al dormir”. Y de hecho podemos accesar a estas una vez que nos despertamos.
Todos soñamos a pesar de que no lo recordemos y en promedio, al dormir por ocho horas, pasamos aproximadamente dos de ellas soñando. Los sueños se llevan a cabo en la fase REM(movimiento ocular rápido, por sus siglas en inglés). En esta fase del sueño los músculos de las piernas y de los brazos se paralizan, pero los ojos se mueven rápidamente de un lado al otro y tanto la respiración como el ritmo cardiaco y la actividad cerebral se activan a niveles casi como si estuviéramos despiertos.
Los sueños reflejan el trabajo del cerebro despierto ya que contienen colores, sonidos, movimientos y formas. Los sueños pueden ser vistos, escuchados y hasta sentidos.
Y es por ello que estas similitudes de percepción entre el estar dormido y estar despierto reflejan también similitudes neurofisiológicas.
A través de un electroencefalograma, científicos han podido monitorear que la actividad eléctrica en el sueño dentro de la fase REM tiene estados similares a las de un cerebro despierto. A la vez, en esta fase, han podido medir los altibajos de las actividades neuronales y curiosamente se han percatado de que es aquí donde la corteza visual se activa intensamente: esta es la parte del cerebro responsable de procesar información visual.
Quizá cuando soñamos no tenemos control sobre lo que está pasando, las cosas suceden y nosotros simplemente las experimentamos. Y esto podría ser gracias a que una función se desactiva durante la fase REM: el parietal inferior derecho. Esta región se ha asociado con el libre albedrío.
Emociones
Algo curioso que también sucede durante los sueños es que experimentamos pensamientos reflectivos; es decir, podemos aceptar situaciones absurdas como si estuvieran sucediendo; y sin embargo al estar soñando no tenemos la capacidad de percibir el tiempo o el espacio. Esto se debe a la desactivación de varias regiones del cerebro como la corteza prefrontal dorsolateral.
Los sueños pueden contener emociones; sentimos las cosas que soñamos sin importar que los sentimientos sean de miedo, ansiedad, alegría o entusiasmo debido a que se activa la amígdala anterior y la ínsula; ambas partes están implicadas en la regulación de emociones y la respuesta inmediata de “pelear o correr”, misma que nos hace salir de una situación de peligro en la vida real.
A pesar de ello, en aproximadamente 25% de la fase REM las emociones están ausentes a pesar de que estando despiertos (en ese mismo tipo de situación que estamos soñando) sí podríamos sentir algo.
Muchos de nosotros no recordamos nuestros sueños al despertar, pero hay quienes sí podemos hacerlo y esto sucede justamente al terminar la fase REM. Acordarnos de nuestros sueños depende de factores como la personalidad, cuántas horas dormimos y la capacidad de memoria visual que tenemos.
Y tú, ¿te acuerdas de tus sueños?