BARTLETT Y LA CAÍDA DEL SISTEMA ELÉCTRICO

Félix Fuentes
Columnas
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El megaapagón de diciembre afectó a 10.3 millones de habitantes de la Ciudad de México y de varios estados, habiendo tambaleado también a técnicos de la Comisión Federal de Electricidad por ser un servicio básico nacional.

Por lo menos durante dos horas sufrieron la falta del fluido eléctrico los miles de enfermos que abarrotan las camas por el Covid-19 en la capital del país y en el Estado de México. Esto sucedió por las fallas de redes de transmisión de 16 centrales que generan siete mil 500 megavatios.

En 21 años no había sucedido un apagón tan extenso y el de esta vez abarcó además a Jalisco, Nuevo León, Coahuila y San Luis Potosí, entre otros. El siniestro afectó a ciudades tan distantes entre sí como Guadalajara y Hermosillo, o Saltillo, Oaxaca y Mérida.

Este problema se debió a la falta de mantenimiento por décadas. Miles de usuarios recuerdan que al titular de esa dependencia, Manuel Bartlett, se le cayó este sistema, como ha sucedido con otros, principalmente el “patriótico” que propició el triunfo de Carlos Salinas de Gortari y su ascenso a presidente.

En aquella ocasión Bartlett era tabasqueño (hoy se dice poblano) y convenció al candidato presidencial panista de entonces, Manuel J. Clouthier, para derribar al sistema electoral ante el empuje del posible ganador, Cuauhtémoc Cárdenas.

Clouthier acató la exigencia de Bartlett y para cubrirse ante su partido acusó a quien era titular del Registro Federal Electoral, José Newman Valenzuela, quien mostró sus oficinas a la entonces Procuraduría General de la República libres de cualquier aparato electrónico. En ellas no se ideó la caída del proceso de 1988.

Quedó Newman sin culpas y le cayó de perlas la embajada de México en Polonia, a donde viajó con el temor de ser muerto a manos de sus acusadores. A la fecha cuida mucho sus pasos, en cualquier lugar al que asiste.

Sorpresas

La historia del “poblano” Bartlett es kilométrica y merced a ella es dueño de por lo menos 26 bienes raíces, pero la propiedad de los mismos está a nombre de la señora con quien vive ahora.

Bartlett ofrece sorpresas constantes, como la de su nombramiento de director general de la Comisión Federal de Electricidad. Quienes lo conocen desde sus lejanos días en el PRI de ayudante del doctor Lauro Ortega Martínez y en puestos que ha ocupado —hoy como “morenista”— afirman que le costó trabajo saber cómo se cambia un foco.

Técnicos de la CFE esperan aún instrucciones de su jefe para conocer el rumbo del sistema eléctrico y evitar que sufra un nuevo apagón… y también que se modernicen las instalaciones para ofrecer mejor servicio de alumbrado público y los usuarios no sufran tantos trastornos en sus hogares y en cada uno de sus negocios.

La opinión pública recibió el pasado Día de los Inocentes seguridades de que en el actual sexenio no habrá un nuevo apagón.

Para Bartlett eso implica una enorme responsabilidad. Porque si las líneas eléctricas volvieran a fallar y la población queda a oscuras de nuevo los servicios del “poblano” pueden terminar, ahora sí, en los escombros de Santa Cruz Meyehualco o en alguna otra zona de desperdicios.

De todos modos se siente seguro el “poblano” en su actual posición: esta vez fue defendido de los ataques de un grupo fifí, al cual enfrenta de tiempo atrás.