MÁS DE 20 CÁRTELES PROLIFERAN EN EL PAÍS

“Se disparó el número de homicidios dolosos y de extorsiones”.

Félix Fuentes
Columnas
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La población padece los efectos de los organismos delictivos de las drogas y no hay autoridad de fuerza para enfrentarlos. Proliferan las mafias de malvivientes en Guerrero, Jalisco, Michoacán, Veracruz, Sinaloa y algunos otros estados.

Más de tres organismos delictivos se disputan el territorio de cada una de esas entidades. Y en zonas turísticas, Acapulco por ejemplo, las balaceras entre grupos de criminales son diarias e intensas. Las descargas de proyectiles entre los traficantes son de saldos de muertos al por mayor.

Esto explica por qué los organismos federales ponen distancia a las mafias. Prefieren verlas de lejos, contemplar cómo se aniquilan entre sí y no exponer sus vidas ante los traficantes.

Consultor en seguridad, Eduardo Guerrero afirmó el 1 de julio pasado que no han surgido nuevos cárteles grandes en dos años y medio recientes, pero sí muchas organizaciones o cédulas locales.

A este funcionario debieran tomarlo de una oreja y mostrarle las cifras de homicidios dolosos aceptados por el presidente López Obrador: 37 mil 315 en 2019 y 40 mil 863 en 2020. Y la tendencia este año es superior a la de los pasados.

El primer mandatario señala a la delincuencia organizada, la de las drogas, como principal responsable de la inseguridad en nuestro país. No hay manera de acabarla. El jefe del Ejecutivo no miente. Efectivamente, en los primeros años del régimen que encabeza se disparó el número de homicidios dolosos y de extorsiones, como ha dicho, debido al crecimiento de los cárteles que había y cuántos han surgido en su mandato.

López Obrador acepta el enorme número de decesos violentos a causa de las acciones y choques entre la delincuencia organizada.

Lo reconoce porque cárteles como el de Jalisco Nueva Generación y los de Guanajuato cobraron fuerza en poblaciones del Bajío y en las de Jalisco, Guerrero, Michoacán, Oaxaca y numerosas del norte del país.

Aguante

Sin el aumento de cárteles nuevos y el crecimiento de los anteriores no se registraría el descomunal número de muertos actuales.

Con el anuncio del combate al tráfico de drogas en este sexenio se creó la Guardia Nacional (GN), que incluye contingentes del Ejército y la Marina. A la fecha, este organismo dispone de 98 mil 282 elementos, de los cuales ya se desplegó 85% en 266 coordinaciones regionales.

El gobierno federal confió en la efectividad de la GN con la inclusión de militares en la misma. Durante 2020, se dijo, contaba la Guardia Nacional con 76 mil 773 militares. En junio de 2021, se indicó, se conforma por más de 100 mil elementos y “la mayoría proviene del Ejército y la Marina”.

No se acepta que ese organismo está compuesto por militares carentes de adiestramiento policiaco y por ello no logran la seguridad nacional. Es el problema infinito de México.

Y no hay que olvidar que durante las elecciones del 6 de junio pasado se insistió en señalar que el crimen organizado quitó y puso candidatos. Pero solo hubo cambio de algunos rostros, se dice. Nuestro pueblo aguanta...