“NOS CERRARON TODAS LAS PUERTAS”: QUEJA DE EMPRESARIOS

Es de sentido común entender el aumento de la contaminación con combustibles fósiles.

Félix Fuentes
Columnas
Fuentes-21581831_l-Eakapol-Paroon.jpg

La frase del encabezado de hoy data de abril de 2020, cuando dirigentes del Consejo Coordinador Empresarial y de la Coparmex vieron menores posibilidades de incrementar sus inversiones en México en sectores como los de electricidad y de infraestructura nacional.

Destacaba en aquellos días el ímpetu de la Cuarta Transformación (4T), la cual emularía a la primera de don Benito Juárez, a la segunda del general Lázaro Cárdenas y a la tercera de Francisco I. Madero. La Cuarta deberá ser la de López Obrador, con nivel de prócer.

Es complicado alcanzar esa categoría pero como reza la frase popular: “No hay peor lucha que la que no se hace”. Con esta visión ha sido construida la 4T, llevándola hasta donde nos encontramos.

Magnates de nuestro país y otras latitudes están sorprendidos ante las dificultades para llevar adelante los contratos, incluidos los de capital extranjero, para la producción de energía eléctrica, la “limpia o eólica”.

Por su lado el gobierno federal envió a la Cámara de Diputados un proyecto de ley para modificar el sistema energético de modo que la electricidad se elabore con carbón y combustóleo, lo cual encarecerá en 17% la producción y aumentará la toxicidad en la salud pública.

Julio Valle, director adjunto de la Asociación Mexicana de Energía Solar, indicó que dicha iniciativa “es uno de los cambios más destructivos para el mercado eléctrico”.

Fue contundente al afirmar: “No solo afectará a todos los parques y proyectos generadores de energía eléctrica privados que están en operación sino que también tendrán grandes consecuencias para todos los consumidores de energía”.

Absurdo

Es de sentido común entender el aumento de la contaminación con combustibles fósiles. Quien lo dude debiera realizar una fogata con carbón y verá la humareda causada. Por ello dejó de utilizarse ese elemento en pueblos rurales.

Hubo de llegar a la Comisión Federal de Electricidad, casualmente, un político proclive a la realización de negocios en la administración pública y proponer el final de la energía limpia.

Es Manuel Bartlett, a quien recuerdan los panistas en sus inicios en el PRI. Allí empezó a elaborarse una fama de manejos bajo sospecha, destacando los de Gobernación, Educación Pública, el gobierno de Puebla y otros.

Hoy, en la CFE, asume las decisiones en el ámbito eléctrico. Los empresarios adelantan que los cobros de la “electricidad sucia” van a ser elevados en 17%. Y también pronostican: los usuarios vamos a ser los paganos.

Varias veces nos han dicho que no habrá nuevos impuestos ni se encarecerán los cobros de gasolinas y electricidad. Pero estamos cerca de recibir los golpes encarecedores y el titular de la CFE volverá a solazarse, si cuenta con todo el apoyo superior.

Los diputados de Morena tienen órdenes de concluir el cambio eléctrico. Se disponían a hacerlo el martes pasado, salvo que la débil oposición los haya superado con 50% de los votos, más uno.

Ese asunto pasará al Senado y se repetirá la historia de San Lázaro: si los senadores no logran la mayoría de votos procederá el uso del carbón y el combustóleo en la generación eléctrica.

Semejante manejo no quedará impune. Empresarios del país y extranjeros cancelarán la mayoría de los 94 mil contratos de energía eléctrica y se desatará un choque de consecuencias entre ellos, los inversionistas y el poder público.

Repiten los empresarios: “Es absurdo el cambio de electricidad limpia por la sucia del combustóleo”.