VENTA Y EXPLOTACIÓN DE MUJERES EN MÉXICO

Félix Fuentes
Columnas
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Niñas desde la edad de seis años son vendidas por sus abuelos y padres a “precios de ganado”, entre cinco mil y 200 mil pesos cada una, y esto no inquieta a ninguna autoridad, ni a las estatales ni a las municipales.

Sin duda no es nuevo este comercio humano pero en los últimos años se intensificó debido a la pobreza de numerosas entidades de la República donde se multiplican las quejas de miseria, desempleo y falta de alimentación. “No tenemos dinero ni para comer”, es la denuncia o los pretextos comunes.

En estados con índices de máxima pobreza, como Oaxaca, Guerrero, Chiapas, Puebla y Tlaxcala, se recurre también a las prácticas ancestrales de los “usos y costumbres”, que incluyen violaciones de niñas y niños por sus propios padres, para luego venderlos a quienes pagan más.

Un encabezado de un diario de circulación nacional indicó en mayo pasado: “A las mujeres las compran como ganado”. Y en el texto respectivo se hizo saber que a una niña de 14 años la vendió su abuelo por cinco mil pesos y unos cartones de cerveza en un pueblo de Oaxaca.

La adolescente, agregó la nota, tuvo la ilusión de que “aquel matrimonio fuera mejor a la vida que llevaba, tras ser violada por su abuelo cuando tenía doce años”. Para la desdichada joven, eso no sucedió.

Casos como el de la niña oaxaqueña se repiten a diario por decenas sin que nadie lo impida o menos tenga deseos de salvar a las criaturas de tales ataques y de sus ventas.

La versión de los “usos y costumbres” es ancestral y en las mismas comunidades —generalmente indígenas— la gente afectada se pregunta si esa costumbre ha de ser eterna y México permanezca en atrasos tan criminales.

Es prioritario considerar dos hechos: que niños y niñas son víctimas de actos criminales, repugnantes y practicados por sus propios familiares; y que luego son subastados como animales para vivir bajo los caprichos de otros individuos, generalmente bestiales.

Detenidos

En este mes de junio fue maldecido un diplomático argentino por afirmar que los mexicanos dejamos de ser indios o ya no salimos de los indios. Eso caló profundo, pero de los ataques sexuales familiares y las ventas de menores de edad nadie dice una palabra.

Un viejo adagio indica que “como te ven te tratan”. Lo mencionamos porque, oootra vez miles de niños mexicanos son detenidos en Estados Unidos porque deambulan en territorio gringo sin sus padres y son capturados, dándoles trato de animales desperdigados.

Son los niños cuyos padres, carentes de trabajos y víctimas de hambre, llevan a sus niños a la frontera de nuestro país con Estados Unidos y allá los abandonan, con la idea de que sean adoptados por personas caritativas.

Tampoco sucede ese milagro y en la segunda semana de este junio fueron expulsados de Estados Unidos 200 mil menores a través de la frontera con México.

De este otro drama tampoco nadie dijo una palabra. Así es el trato con nuestro nuevo vecino.