Al momento de que se publique este texto, ya se habrá llevado a cabo el primer debate de las elecciones primarias en Estados Unidos. Los aspirantes a la candidatura del Partido Republicano se enfrentarán en el primer encuentro organizado por la cadena televisiva Fox News.
El evento se llevará a cabo bajo diferentes reglas, pues se basarán en un promedio de encuestas para determinar qué precandidatos podrán participar. Solo los diez mejores posicionados tendrán un lugar en el debate. Donald Trump ocupa el primer lugar en el promedio de encuestas de Fox News, con 24% de las preferencias. Le siguen Jeb Bush y Scott Walker con 13 y diez puntos respectivamente.
Los otros siete candidatos debatirán en un evento paralelo, pero es poco probable que quienes queden fuera puedan recuperarse sin la atención mediática que genera el evento principal.
Aún con esta restricción, cada uno de los candidatos top ten tendrá poco tiempo para exponer sus ideas. El evento dura dos horas, pero en total tendrán alrededor de diez minutos frente a la cámara. Sin duda, todos están buscando convertirse en la noticia del día siguiente, pero Donald Trump les ha complicado el panorama.
Impredecible
¿Cómo debatir con Donald Trump?
A pesar de que, como muchos, me encantaría dejar de hablar de la precandidatura de Donald Trump, la estrategia del resto de los candidatos sin duda gira acerca de la pregunta: ¿Cómo actuará Donald?
A pesar de haber criticado a sectores demográficos enteros, y de ofender a personalidades muy respetadas dentro del Partido Republicano, el multimillonario y estrella de televisión sigue al frente de las encuestas. Esto no solo le garantiza un espacio en el debate, sino que además ocupará la posición central en el escenario.
Trump ha desafiado todas las expectativas al ganarse la confianza de un grupo de electores con su actitud desafiante y rechazo del establishment republicano. La gran pregunta es si seguirá con esta estrategia, o si el debate representará un punto de partida para una campaña más seria y con un atractivo más general.
También habrá que ver si sus contrincantes aprovechan este foro para cuestionarlo directamente. A pesar de que Trump va arriba en las encuestas su éxito se basa en reflejar el enojo del electorado republicano. Si algún valiente entre sus nueve contrincantes lo cuestiona acerca de sus propuestas y lo hace titubear, podría dar un verdadero golpe a la campaña de Donald. Sin embargo, esto sería una misión kamikaze, pues con solo diez minutos frente a la cámara, quien ataque a Trump perderá la oportunidad de exponer sus propias ideas.
De cualquier manera, el resto de los candidatos tendrán que competir con el interés que ha generado Trump entre los medios y el público.