Canal a cuatro bandas

Canal a cuatro bandas
Foto: Especial
Columnas
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Como buen conspiranoico, me encantan las hipótesis catastrofistas como esta: ya sabes que China y Nicaragua acordaron la construcción de un canal de 278 kilómetros entre el Atlántico y el Pacífico, que rivalice con el de Panamá; el trazo prevé el uso del lago Cocibolca (casi ocho veces más extenso que el lago de Chapala); su costo estimado es de 45 millardos de dólares y su tiempo de terminación se estima en cinco o seis años.

Los desafíos técnicos son enormes: los desniveles a lo largo del trazo son tan severos que exigen entre 50 y 80 esclusas (contra las doce del canal de Panamá); la escasa profundidad promedio exige cavar un cauce propicio a la navegación; el intermitente azolve de limo presupone un dragado permanente; el suministro de agua será un problema constante, dado que el entorno no es el de un bosque tropical como el del Canal de Panamá; el oleaje es una amenaza persistente; el tráfico doble demanda la construcción de una vía de acceso intermedia; el impacto ecológico es grave, pues implica la destrucción de un área forestal de 60 kilómetros de ancho a todo lo largo del trazo; la firma china a cargo del proyecto tiene nula experiencia en esta clase de obras de ingeniería tan complicadas; etcétera.

Trasfondos complotistas

Se pueden clasificar en cuatro vertientes: los financieros, los políticos, los corruptos y los militares.

Para pagar la inversión China usará una pequeña fracción de los Bonos del Tesoro de Estados Unidos que tiene en sus copiosas reservas, antes que la hiperinflación prevista los haga perder su valor (hoy artificial y temporalmente hinchado en términos de paridad con otras monedas fíat). Así continuará con su afán, tenazmente practicado desde hace años, de convertir papelitos en bienes reales (bosques, minas, puertos, maquinaria, refinerías, tierra arable y sobre todo oro y plata).

China establece un pie firme en el “patio trasero” de EU. No olvidemos los otros enclaves insumisos que también se inclinan hacia ese bando: Cuba, Venezuela, Bolivia, Ecuador y en cierto modo Argentina. En el ajedrez estratégico global EU está rodeando a Rusia y a China con misiles, radares y demás juguetes bélicos; estos intentan replicarle de la misma forma.

Se habla de un soborno directo de un millardo de dólares de China al gobierno de Nicaragua a cambio de su “buena voluntad” (business as usual, pues). Además está el suculento botín, mucho más cuantioso aunque aparezca como mera propina, de millones de metros cúbicos de maderas preciosas en la extensa zona por talar.

Finalmente, la consideración militar parece ser la verdadera motivación de todo este proyecto. Este canal implicaría para China contar con sendas bases militares en ambas costas oceánicas. ¿No te parece una ironía exquisita? China adquiriría dos bastiones militares en la cintura continental americana, incómodamente apuntando a EU, pagadas con “dinero” gringo.

Me imagino que, como dijo aquel humorista, de seguir vivo James Monroe se revolcaría en su tumba.

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