A ver, a ver, ahora sí que ya no entiendo nada de nada (antes nada más no entendía nada, a secas). Este artículo lo firma Ernesto Aquino Montes en marzo de 2014, ¡en La Habana! ¿Un pensador de un régimen supuestamente comunista, denunciando el sistema comunista… original (el soviético, pues)? ¿Y 24 años después de la desintegración de la URSS? También me parece extraña la fecha del artículo: nueve meses antes de que Barack Obama diera banderazo a la recuperación de la parte antillana del “patio trasero” de Estados Unidos (por temor a que volviera a caer en las garras rusas, supongo).
En fin, este extraño texto me parece digno de reflexión.
Dice Aquino: “El derrumbe del poder soviético representó un alivio para los zares del socialismo ruso. La corrupción dentro de la élite gobernante, la incompetencia congénita que genera el centralismo y la marcada desigualdad, entre el pueblo —cada vez más empobrecido— y la aristocracia de Estado —cada vez más enriquecida— convirtieron la propuesta socialista en un proyecto definitivamente insalvable e indefendible”.
El comunismo de izquierda, agrega, “marcado por una ideología alucinada, con base en un fatalismo atrincherado detrás de interminables conspiraciones y tenaces suicidios, cedió el trono de su paranoia al comunismo de derecha, un modelo político más lucrativo y menos comprometido con los discursos moralistas cargados de promesas que jamás se cumplen”.
Los dirigentes rusos “ya no son políticos corruptos enriqueciéndose a costa del sacrificio del pueblo (eso ya lo hicieron en el pasado); ahora son empresarios, dueños de enormes fortunas”.
¿Y ahora, quién podrá salvarnos?
Añade Aquino: “El gobierno ruso sigue siendo tan bolchevique y comunista como en los días gloriosos del marxismo de Lenin y Stalin; su poder militar sigue estando al servicio de los socialismos que violentan, reprimen y empobrecen a sus pueblos”. (Nota del columnista: ¿como el venezolano?)
“Lo más peligroso de este comunismo de derecha es su habilidad para desarrollar estrategias diplomáticas fraudulentas que les permitan ubicarse lo más cerca posible de las democracias que quieren destruir. En su afán por sobrevivir a su propia muerte se aparean con fórmulas económicas liberales y arrojan su fracasada ideología a los pies de los capitalismos más desarrollados; firman acuerdos y se comprometen a respetar los derechos y libertades fundamentales expresados en los tratados internacionales; y tras esta mascarada ocultan la guillotina que hará rodar la cabeza de la libertad una vez que el descuido de los necios y la indiferencia de los perezosos los vuelva a sentar en el trono ensangrentado de su esclavismo”.
Hoy, desengañados por Occidente en general (EU y la Unión Europea, básicamente), muchas analistas (ilusos, según yo) ven hacia Oriente con esperanza (Rusia y China, básicamente: The new silk road, bancos BAII y NBD, etcétera), pero Aquino nos advierte que son la misma gata, revolcada: comunistas, pero ahora de derecha. ¿Tendrá razón? ¿Tú qué opinas, queridolectora?