Dineros: unos más iguales que otros

Tu saldo no es más que una entrada contable en el balance de tu banco, el cual “consta” en alguna computadora que está físicamente en algún sitio.

Dólares
Foto: 401(K) 2012/Creative Commons
Guillermo Fárber
Columnas
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Ya sabemos que lo que pasa por “dinero” en nuestro mundo actual, NO es dinero real. El único dinero real es y ha sido siempre desde hace milenios el oro y la plata. Pero, en fin, ¿cuántos tipos diferentes tiene ese dinero (que no es dinero)? Simon Black describe tres, y explica que no entrañan el mismo riesgo: billetes doblados en tu cartera, los numeritos que aparecen en tu cuenta bancaria, o los que aparecen en tu cuenta de inversiones. “En el mundo actual en el cual banqueros centrales, que nadie eligió, ejercen dominio absoluto sobre el sistema financiero, esos tres son formas ligeramente distintas de ‘dinero’.

La relación entre ellos es sencilla y predecible en tiempos normales, pero se vuelve muy tenue y muy riesgosa, en tiempos convulsos como los que ya comenzaron”.

Cash: billetes y monedas. En cualquier parte del mundo, salvo minúsculas enclaves en tribus remotas, existe alguna versión de legal tender o currency en soporte físico (papel, polímeros, metales comunes, etc.): dólares, euros, yenes, libras, yuanes, rupias, rublos, etc. Usamos estos sucedáneos de “dinero” como medios de intercambio. Para comprarte una cerveza pagas con dólares gringos si estás en EU, o con pesos si estás en México. Simple. Pero intentar pagar tus cervezas en Rumania con bolívares venezolanos, es un poco menos fácil.

Espacio virtual contable

Cuentas bancarias. Cuando ves en la pantalla de tu computadora el estado de tu cuenta, ves muchos numeritos ordenados en columnas y renglones. Digamos que en el espacio de “Saldo disponible” tienes cien mil pesos. No imagines que tu banco tiene cien mil billetes de un peso guardados en su bóveda y etiquetados a tu nombre; la mayoría de los bancos tienen una mínima cantidad de cash físico efectivo a la mano.

Tu saldo no es más que una entrada contable en el balance de tu banco, el cual “consta” en alguna computadora que está físicamente en algún sitio desconocido, en algún edificio sin ventanas. No hay cash físico en ninguna parte que respalde ese balance; son simplemente anotaciones virtuales, bits, ceros y unos ligados a tu nombre en el éter cibernético.

Cuando transfieres dinero a algún proveedor, por ejemplo, tu banco no le envía una camioneta de FedEx llena de cash; simplemente modifica tus datos y los del proveedor, reduciendo uno y aumentando el otro. Lo mismo sucede cuando usas tu tarjeta Mastercard para comprar algo. El banco abona ese monto a la cuenta de la tienda, y te lo carga en el tuyo.

Nunca hay un movimiento físico de nada; todo ocurre nada más en el espacio virtual contable. Y dado que este tipo de “dinero” usualmente excede diez a uno al “dinero” físico o cash, es válido decir que la mayoría de las currencies actuales son puramente digitales.

Si aquí el riesgo se multiplica es en la tercera forma de cash, bonos gubernamentales, donde todo se complica exponencialmente. Lo veremos en el próximo artículo.

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