LA NUEVA NORMALIDAD

Ningún gobierno responde a las protestas con un remedio real.

Guillermo Fárber
Columnas
Foto: Especial
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Los disturbios civiles son la nueva normalidad, por John Rubino, https://www.dollarcollapse.com/civil-unrest-new-normal/ (resumen mío).

“Esto se está poniendo ridículo. Cada pocos días otro país explota, sus ciudadanos salen a la calle con poca advertencia y sin aparente interés en un acuerdo rápido. Los campesinos toman sus horcas y sitian a sus elegidos en una amplia gama de problemas, lo que implica que la causa aparente en cada caso es solo una excusa. Hong Kong, Líbano, México, EU, Irán, Francia, Bolivia, Chile, Alemania, Bagdad… son solo ejemplos.

“El verdadero problema es la sensación de que una élite irresponsable absorbe toda la riqueza disponible, dejando a la gran mayoría con cero movilidad ascendente o, peor, un retorno a la servidumbre. Cuando un gobierno se rinde ante el problema inicial sucede que en lugar de regresar a casa los manifestantes intensifican sus protestas.

“¿Quién recuerda lo que llevó a los chalecos amarillos de Francia a las calles? Macron ha pasado meses disculpándose y ofreciendo grandes nuevos programas de gasto dirigidos a las preocupaciones expresadas por los manifestantes. Sin embargo hay cañones de agua y autos volteados. Hong Kong revocó la ley que encendió sus disturbios, pero los manifestantes disparan a la policía con flechas (!) y los soldados se despliegan para ‘limpiar las calles’”.

Una “solución” que no lo es

“¿Por qué sucede esto? Porque se busca un remedio falso: el dinero artificialmente fácil. Este ‘dinero’ enriquece a las personas que poseen acciones, bonos y bienes raíces que aumentan de valor cuando las tasas de interés bajan. Esto amplía la brecha ya dolorosamente amplia entre ricos y pobres; y aumenta el ya alto nivel de resentimiento.

“La ola actual de disturbios no se soluciona porque el remedio inmediato es un dinero aún más fácil. ¿Restablecer el subsidio del precio del gas y pedir prestado lo que sea necesario para cubrir el costo? ¿O aumentar el gasto en asistencia social para facilitar la vida de los manifestantes a costa de mayores déficits? Luego reducir las tasas de interés para financiar toda la nueva deuda. Pero ya no basta.

“¿El resultado? Aún más dinero nuevo que fluye hacia la élite a través del aumento de los precios de los activos financieros. Lo que amplía aún más la brecha entre ricos y pobres. Ningún gobierno responde a las protestas con un remedio real del tipo ‘tomaremos un montón de riqueza real de los oligarcas y se la daremos a los manifestantes’. Esa solución obviamente no va con los intereses de las élites. El dinero fácil, en contraste: 1) es técnicamente factible; 2) parece a primera vista ayudar a 99%; y 3) en realidad enriquece aún más a 1%. Así que nadie se opone, el problema empeora y la próxima ronda de disturbios es aún mayor.

“Esto puede no ser evidente de inmediato pero la mayoría de las personas lo entenderá eventualmente. Para entonces una solución pacífica estará lejos de su alcance. Los disturbios civiles son nuestra nueva normalidad”.