EL CHARTALISMO

A fines del siglo XIX y principios del XX el antiguo sistema monetario estaba cayendo en desuso.

Guillermo Fárber
Columnas
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Wikipedia: El chartalismo o, más apropiadamente, cartalismo es una teoría monetaria en la que se afirma que el dinero es el medio de intercambio que el Estado acepta en pago de impuestos. En este sentido se trata de una teoría alternativa a la generalmente aceptada y presentada a niveles de introducción a la economía acerca del origen y la función del dinero. A partir de esto sigue una variedad de implicaciones para los fenómenos monetarios.

La propuesta central del cartalismo es que el dinero es original y principalmente un instrumento o criatura estatal. Esta percepción se contrapone a la percepción, más común, de que el dinero se originó como medio de facilitar el comercio (ver Carl Menger, 1840-1921, fundador de la Escuela Austriaca de Economía).

El cartalismo se inició en las percepciones de la Escuela Historicista Alemana de Economía, de George Friedrich Knapp. En el presente el cartalismo constituye una de las bases de la llamada Teoría Monetaria Moderna (TMM), propuesta por una variedad de autores que son generalmente agrupados en la economía heterodoxa, especialmente los llamados poskeynesianos.

El término mismo fue propuesto por Knapp basado en el latín charta o carta para referirse a un documento oficial que establece las normas que se aplicarán a algún proceso o fenómeno, como se ve, por ejemplo, en el uso del término carta fundamental para designar las Constituciones de países.

Orígenes del cartalismo

La situación que dio origen al cartalismo fue que a fines del siglo XIX y principios del XX el antiguo sistema monetario (con base en monedas de metales preciosos, principalmente oro) estaba cayendo en desuso. La expansión tanto de la población como de la economía misma demandaron una expansión monetaria (incluyendo del crédito) que la cantidad de metales preciosos poseídos por los bancos en la mayoría de los países no podía satisfacer (aunque en otros, principalmente Inglaterra, había gran acumulación del metal); consecuentemente el papel moneda comenzó a adquirir cada vez más importancia.

Al mismo tiempo la situación que ha sido llamada caótica creada por la emisión libre de billetes de bancos privados estaba siendo reemplazada con billetes emitidos y respaldados por el Estado a través del banco central (ver sistema de reserva fraccional y bancos centrales).

En esa situación dos fenómenos se hicieron aparentes. Primero, la población en general aceptó los billetes sin demandar su transformación inmediata en metales preciosos. Segundo, la expansión monetaria —especialmente la del crédito— sin respaldo real en metálico no dio lugar a una inflación desenfrenada, como se temía. Al mismo tiempo el auge del marginalismo —que sucedió en esa época— implicó el abandono de las sugerencias clásicas acerca de la cuestión de la cantidad del circulante.

Esto dio lugar a dudas sobre la validez de la teoría cuantitativa del dinero (o al menos las interpretaciones anteriores de la misma) y ciertamente demandaba una exploración y explicación (ver Axel Leijonhufvud, nacido en 1933). Consecuentemente se formularon una variedad de tentativas de explicación, una de las cuales fue el cartalismo.