LA TRAMPA DEL PIB

“No somos hormigas ni abejas trabajando para la colmena”.

Guillermo Fárber
Columnas
LA TRAMPA DEL PIB MÉXICO

“No soy adivino. De hecho, las únicas cosas que alguien sabe acerca de la predicción, incluso si usted enreda el concepto llamándolo ‘pronóstico’, son 1) Prediga con frecuencia; y, 2) Nunca dé tanto la hora como el evento.

“Los peores infractores son aquellos que pretenden saber hacia dónde se dirige la economía. Las estadísticas, que a menudo son la base de las conjeturas con respecto de la economía, están tan sujetas a interpretación y son tan fáciles de sacar de contexto que la mayoría de las veces es mejor usarlas como forraje para conversaciones en cócteles.

“Aun así, por potencialmente erróneo y tendencioso que sea el tema, en ocasiones vale la pena hablar de ‘la economía’ simplemente para establecer un punto de vista claro. De hecho, pongo las palabras ‘la economía’ entre comillas porque ni siquiera acepto la validez del concepto, ni tampoco el del ‘PIB’; ambos son quimeras.

“La idea del PIB da la impresión de que no son los individuos los que producen bienes y servicios, sino una máquina llamada ‘la economía’. Esto deja la puerta abierta a todo tipo de tonterías, como la afirmación de que lo que puede ser bueno para los individuos puede no ser bueno para la economía y viceversa.

“Por ejemplo, un avance en el PIB no significa necesariamente una mayor prosperidad. ¿Qué pasaría si el gobierno se embarcara en un programa masivo de construcción de pirámides, un ejemplo arquetípico de obras públicas? El PIB podría aumentar, pero no agregaría absolutamente nada al bienestar de las personas. Por el contrario, la construcción de la pirámide solo desviaría el capital de las actividades generadoras de riqueza.

“Por otro lado, si se lograra un avance científico que redujera el consumo de energía en 80% para la misma producción neta o eliminara mágicamente todas las enfermedades, el PIB colapsaría porque llevaría a la bancarrota a las industrias de la energía y la salud. Pero la gente estaría mucho mejor”.

Farsa

“Completamente aparte de eso, toda la idea del PIB da la impresión de que realmente existe algo así como ‘la producción nacional’.

“En el mundo real, sin embargo, la riqueza la produce alguien y le pertenece a alguien. No somos hormigas ni abejas trabajando para la colmena. Toda la idea de un PIB solo permite que las ‘autoridades’ engañen a la gente haciéndoles creer que realmente pueden controlar ‘la economía’, como si fuera una máquina gigante.

“Los funcionarios pretenden ser el Mago de Oz y Boobus americanus está entrenado para pensar que son omniscientes. Por lo tanto, cada vez que la tasa de crecimiento cae ‘demasiado abajo’, se espera que los funcionarios den a ‘la economía’ un impulso adecuado. Por el contrario, cada vez que ‘la economía’ crece demasiado rápido, se supone que los funcionarios deben intervenir para ‘enfriarla’.

“Es todo una farsa vergonzosa y destructiva (Doug Casey, The High of Idiocy)”.