LAS DINÁMICAS DE UN MOTÍN (3)

“Se abandona la razón y la ira gobierna el día”

Ilustración.
Guillermo Fárber
Columnas
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“La guerra se ha abordado tradicionalmente desde el punto de vista de que un ejército se enfrenta a otro y luchan hasta que uno se rinde. Sin embargo, la guerra de guerrillas ha resultado imposible de ganar, siempre que las guerrillas luchen en su propio territorio. Los alborotadores tienen la misma ventaja que, digamos, un pastor armado en Afganistán o un cultivador de arroz en Vietnam. La violencia solo termina cuando todos los alborotadores han decidido que ya han tenido suficiente.

“Por supuesto, esperamos que los alborotadores aprendan de sus crímenes, pero este rara vez es el caso. En los disturbios de Londres de 2011 los alborotadores incendiaron el local de Sainsbury en su propio vecindario. Al día siguiente las mismas personas estaban en las calles, frente a las cámaras de televisión, diciendo con enojo que su tienda de comestibles ya no estaba y que sus hijos necesitaban comida. Exigieron que el gobierno llevara comida gratis en camión como medida de emergencia y, como era de esperar, eso fue lo que obtuvieron.

“Esto es ejemplo del hecho de que, en todos los casos, se abandona la razón y la ira gobierna el día. Los alborotadores no aprenden ninguna lección. De hecho, meses después, a menudo se cita a los alborotadores diciendo: ‘Se los mostramos’”.

Defensa

“Entonces, ¿qué nos enseña esto? Primero, y más importante, que los disturbios son por su propia naturaleza espontáneos, sin sentido y, en su mayor parte, incontrolables. En segundo lugar, si un individuo vive en o cerca de un lugar donde la tensión sociopolítica va en aumento, está viviendo en peligro. La espontaneidad de un motín significa que no puede prepararse para ello. Si llega a su puerta, o si está en la calle en el momento en que ocurre, puede perderlo todo, incluso su vida.

“Dado que los disturbios no tienen sentido, no se puede razonar con los alborotadores. No hay forma de salir del peligro con palabras, una vez que te ha alcanzado. Finalmente, como los disturbios no se pueden controlar de manera efectiva la única defensa contra ellos es concluir que si uno vive en un área donde las condiciones socioeconómicas indican que el lugar (ya sea un vecindario o incluso un país entero) es inseguro, puede ser hora de mudarse (a veces es posible, a veces es arduo, muy arduo o de plano imposible).

“La clave aquí es que la mudanza debe darse antes de que estalle la violencia. Una vez que lo ha hecho, es demasiado tarde. Y en los próximos años probablemente habrá mucha menos estabilidad de cualquier tipo, en muchas partes del mundo (The Dynamics of a Riot, by Jeff Thomas, https://internationalman.com/articles/the-dynamics-of-a-riot/)”.