Doug Casey: “Recientemente hemos visto a la gente amotinarse por el aumento de los precios, especialmente los precios de los alimentos, en Sri Lanka, Perú y otros países. En general los precios de las materias primas han subido cerca de 100% en el último año. La soya, el trigo y el maíz están todos en máximos históricos o cerca de ellos y no van a bajar, principalmente debido a los anglotrillones de unidades monetarias impresas por los bancos centrales en estos últimos años. Pero hay otras razones además de la impresión de dinero.
“La soya, el maíz y el trigo son básicos para la alimentación de personas y animales en todo el mundo, sobre todo en el mundo occidental. Se han vuelto mucho más caros de producir. En la era actual de la agricultura industrial los fertilizantes tienen una importancia crítica. Todos los fertilizantes principales (compuestos de nitrógeno, fósforo y potasio) se han triplicado o más.
“Es poco probable que vayan a bajar en el corto plazo, porque Rusia y Ucrania son dos de los mayores productores de fertilizantes del mundo. Incluso si la guerra de Ucrania termina pronto, todavía habrá restricciones de importación/exportación en Rusia. La disponibilidad de Ucrania será limitada debido a las dificultades relacionadas con la guerra para producir y enviar fertilizantes al extranjero, además del hecho de que la producción real de granos se ha derrumbado. El mundo parece olvidar que desde los años veinte hasta los ochenta hubo hambre constante y generalizada en Ucrania y Rusia. Desde entonces se han transformado en dos de los mayores exportadores del mundo, pero eso puede revertirse de la noche a la mañana”.
Combustibles
“Y no se trata solo de fertilizantes, siembra y transporte. El combustible es fundamental para hacer funcionar los tractores y procesar todo. El petróleo está muy por encima de los 100 dólares el barril, también sobre el doble de los niveles recientes. Creo que se quedará allí y probablemente irá más alto debido a la manía verde que se apodera del mundo. Las grandes compañías petroleras tienen la intención de salir del negocio. Sus juntas se han infiltrado con ambientalistas y sus prácticas de contratación se inclinan por la diversidad y la inclusión. Estamos ante una situación en la que la producción de petróleo real se reduce al mismo tiempo que aumentan los costos.
“Cuando el precio de los alimentos y el combustible sube radicalmente los pobres del planeta se ven afectados de manera desproporcionada. Se van a amotinar. No saben quién tiene la culpa. Pero como les han enseñado que sus gobiernos son cuernos de la abundancia culparán a los ricos.
“Pronto veremos el caos financiero, que conducirá al caos económico, al caos político y al caos social. Lo que escuchamos en Sri Lanka y Perú es solo el comienzo. Estados Unidos no será inmune. Los estadunidenses que conducen a todas partes en SUV y camionetas gigantes también sentirán la presión, especialmente con sus facturas de alimentos que aumentaron 30 por ciento”.