En Atlantis Report
(https://www.youtube.com/channel/UCgSSwqCBVXUtrAbqgOV81TA): “Las quiebras corporativas ya surgen en Estados Unidos y muchas pequeñas empresas con exceso de apalancamiento cierran. Cuando la pirámide de la deuda se derrumba, cancelar la deuda incobrable es un proceso doloroso para la persona, empresa o institución que tiene el papel. Es importante considerar cómo se desarrollará todo esto o cómo se verá afectado; esto aún no se ha determinado pero las ramificaciones siguen siendo poderosas.
“El crecimiento de la deuda nos lleva hacia un momento de Minsky o lo que podría verse como una trampa de liquidez, un término que puede resultar desconcertante y difícil de entender. Un momento de Minsky es cuando la pirámide de la deuda se derrumba. Este término ha sido utilizado por Alan Greenspan y algunos otros; representa un gran problema para la economía. Puede adoptar varias formas pero tarde o temprano la mayoría de ellas tienden a llevarnos a uno de varios posibles circuitos de autoalimentación que interrumpen el flujo de crédito e impactan la economía real.
“La deuda que se cancela se lleva algo cuando sale de este mundo, ¡y esa es la riqueza de otra persona! Es importante que te asegures de no ser esa otra persona. Recuerda: lo que debe uno se lo debe a alguien que considera esa deuda del otro como un activo propio. O sea, borrar lo que alguien debe tiene repercusión exacta en borrar lo que otro ‘tiene’ o cree que tiene”.
Condonar no es perdonar
“La condonación de la deuda es la forma en que obligan a las personas a ingresar al sistema. Cuando esto suceda el único lugar seguro para almacenar riqueza serán los activos tangibles y los únicos prestamistas serán aquellos que imprimen el dinero que nadie quiere. La historia muestra que en algún momento cuando la inflación comienza a exceder la tasa de interés pagada las personas comienzan a alterar sus hábitos de compra, lo que puede crear un ciclo de retroalimentación autónoma. Las firmas de capital privado utilizan adquisiciones apalancadas de deuda para adquirir empresas y despojarlas de activos.
“Los fanáticos de las finanzas pueden creer que ganan mucho dinero porque sus pantallas se llenan de ceros: puros dígitos parpadeantes. Bendita ingenuidad. Pero para alguien con un mínimo de sentido común esta visión es una muy mala idea. Alguien que sepa lo que es la creación de riqueza real frunce el ceño ya que aquí no se produce una creación de riqueza real. Los financieristas a ultranza confunden ganar ‘dinero’ con crear riqueza. Los bancos obtienen la mayor cantidad de ‘dinero’ precisamente cuando llevan a la economía a una crisis financiera. Pero tan elemental verdad no la captan, no la entienden, no la creen”.