Oro vs. Dow

ORO VS. DOW
Foto: Creative Commons/Bullion Vault
Guillermo Fárber
Columnas
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Me dice un paisano wallstreetiano: “Los recomendadores del oro a costa de todo lo demás le hacen un desfavor grande a sus lectores. Además de hacerlos enojar, los hacen perder dinero”.

Veamos. Ya sé que hay muchas acciones que superaron el desempeño del oro en esta última década, pero son muchas más las que se quedaron por debajo. De modo que lo mejor sería comparar mercado del oro entero vs. el mercado entero bursátil de Nueva York. Tomemos el atajo más simple: el oro contra el Dow (el indicador más usado de la bolsa neoyorquina).

Las cifras de los últimos diez años son contundentes. Julio de 2005 a julio de 2015, Dow: de doce mil 607 a 17 mil 731 puntos, ganancia de 41%, oro: de 528 a mil 97 dólares, ganancia de 100 por ciento.

Para ser justos, habría que añadir al Dow el renglón de dividendos, pero eso complicaría mucho el cálculo y es diferente en cada caso y momento.

En todo caso habría que diseñar algún algoritmo pertinente, pero dudo mucho que ese factor compensara la enorme diferencia de 59% de rentabilidad entre ambos.

Estos montos se dan en dólares, aunque la cosa es al revés: el oro se cotiza según cuántos dólares puede adquirir por onza, no viceversa. La constante es el oro; la variable, el dólar.

Además, la ganancia del oro (o más bien, la preservación de su poder de compra) es limpiecita, sin riesgo especulativo, sin comisiones, sin sobresaltos, sin impuestos. El mercado bursátil ha sido artificialmente “estimulado” por montos descomunales de QE y tasas inéditas de ZIRP (cantidades bestiales de emisión de “dinero” y tasas ridículamente bajas), mientras que el precio del oro ha sido brutal y sistemáticamente reprimido por masivas ventas en corto en papel, rumores falsos de tenencias no auditadas de metal físico y otros mecanismos de manipulación.

A pesar de todo eso, el oro ha sido mucho más rentable en este periodo que el mercado bursátil (más del doble). LQQD.

¿Y qué sería sin muletas?

De no ser por las inyecciones brutales de QE y ZIRP, ¿dónde estaría hoy el Dow? Se desplomó de 16 mil a ocho mil de octubre de 2007 a febrero de 2009 (menos 50%). ¿Habría continuado su caída? No se puede saber, pero lo más probable es que, cuando mucho, se habría estancado. En todo caso, es seguro que no habría dado ese salto de estos últimos seis años (mero dead cat bounce, rebote de un gato muerto, para algunos analistas que no se van con el cuento de la “recuperación” inexistente). En ese mismo periodo de 16 meses el oro pasó de 861 a mil 71 dólares (más 24%).

Según mis fuentes catastrofistas (que cada vez son más numerosas y más catastrofistas) esa salvaje disparidad es la que volverá a darse, con esteroides, en cuanto la Fed ya no quiera o pueda sostener los alucinantes flujos de QE o mantener las tasas absurdas de ZIRP.

¿O sea? Apriétate el cinturón; seguimos adentrándonos en terreno inédito.

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