Tecnocracia y capitalismo

El crecimiento del PIB global desde 2008 fue en 95% a parar a los bolsillo de 1% de la población
Foto: Ervins Strauhmanis/Creative Commons
Columnas
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Al parecer la imbecilidad no conoce límites. Cada vez son más las voces que claman la sandez de que el mundo está metido en esta megacrisis económica porque “el capitalismo y el libre mercado han fallado” y por lo tanto hay que sustituirlos con los probadamente fallidos modelos de economía centralmente planificada por el Estado (marxismos y keynesianismos de diversos ropajes).

De plano hay maderas que no agarran el barniz. ¿Qué no se han dado cuenta estas buenas almas de que su odiado sistema capitalista y de libre mercado hace muchas décadas que no funciona, que fue minuciosamente castrado por los poderosos, que de hecho no existe, y que ya fue sustituido precisamente por el mecanismo de control central que ellos proponen? Solo que ese Ogro Filantrópico que ellos veneran como “bueno” ha sido secuestrado por la plutocracia y opera como “malo” en el exclusivo beneficio de los megarricototes del planeta (muy por encima de la lista de Forbes).

Pero qué le vamos a hacer. Esas almas puras siguen imaginando un Estado que es esencialmente “bueno” y que las cosas están de cabeza en el mundo solo porque los malosos capitalistas no le permiten hacer todo ese bien que guarda en su corazón para beneficio del “Pueblo”.

La gatita de Angora y gerente de ese aparato de control financiero mundial llamado FMI, Christine Lagarde, revela que el magro crecimiento del PIB global desde 2008 fue en 95% a parar a los bolsillo de 1% de la población. ¡Y la cínica Lagarde dice esto como denuncia, cuando es el resultado precisamente de la forma en que el Poder Elitista Global (del cual el FMI que ella dirige es uno de sus tentáculos principales) tritura a los Muchos en beneficio de los Pocos que lo regentean!

Orwell a todo lo que da

Al convocar al Estado mítico y denunciar a un sistema inexistente (el capitalismo de mercado libre que lleva décadas sepultado y maniatado en el sótano) esas buenas almas van a conseguir lo que realmente buscan sin entenderlo: el Gran Hermano, hoy ya tan avanzado que casi lo veo imparable.

En fin, el camino al infierno está empedrado de buenas intenciones… y las de esas buenas almas son inmejorables.

Lo que hoy domina la economía global no es el mercado; es otro Golem perverso: corporatocracia, tecnocracia, banquerismo o como quieras llamarlo.

No olvidemos que la tecnocracia es una forma de gobierno originalmente concebida por la ideología comunista. Lógico: si la clase obrera había ya capturado el poder, que la administración cotidiana la llevaran empleados capaces. Hoy, si el poder ya lo tiene la elite, las funciones subordinadas de la operación rutinaria deben dejarse a los “expertos”.

El capitalismo y el mercado llevan décadas muertos; y el Estado es un zombie al servicio de los Pocos. Pero las buenas almas siguen denunciando a los muertos y anhelando grilletes aún más pesados para “liberarse”.

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