Uno La política, por compleja o sencilla que parezca, de ninguna manera puede estar guiada por ocurrencias. Así fue que, acosado por un supuesto estrecho margen en las encuestas y sondeos de opinión para su reelección del año pasado, David Cameron lanzó como eje de su campaña su compromiso de realizar un referéndum si ganaba. Ganó la elección, pero perdió el poder y afectó los cimientos del Reino Unido: la secesión de Escocia está en marcha y todo apunta a que lo conseguirá.
Dos No se debe subestimar al electorado y sus capacidades de decisión. Una vez ratificado en el poder y por mayoría absoluta, Cameron y su equipo supusieron que sería fácil, o al menos que no perderían el resultado del referéndum. Recurrieron al muy cuestionable y poco efectivo recurso del miedo para movilizar al votante. Justo los más veteranos reaccionaron poniendo en juego sus pensiones y otros beneficios sociales. Así, la profundidad de la división en la sociedad inglesa no solo queda de manifiesto por las opciones elegidas entre jóvenes y adultos, sino sobre todo por la percepción que hay respecto de los valores que hacen de la Unión Europea un proyecto de libertades y cooperación.
Tres Basar un proyecto político en un prejuicio no siempre da fruto. No hay duda, y el propio David Cameron lo ratificó con toda claridad en su última participación en una cumbre de las estructuras de gobierno de la Unión Europea, el pasado 28 de junio. La causa fundamental y determinante de la convocatoria al referéndum fue la migración y con ella el evidente racismo y xenofobia. Allí está, a menos de 24 horas, el surgimiento de acciones vandálicas en contra de lugares y establecimientos identificados sobre todo con la comunidad musulmana. Hasta ahora han sido pedradas y pintas, pero en un ambiente crispado por los flujos incesantes de inmigrantes Cameron espetó de forma insólita que la derrota de la permanencia del Reino Unido se debió... a la mala gestión de Europa en dicha crisis migratoria.
Magnitud
Cuatro Las encuestas y sondeos de opinión volvieron a evidenciar, como en varias partes del mundo, que requieren de un muy serio replanteamiento metodológico para seguir siendo consideradas como un recurso esencial de las campañas y, sobre todo, de las Ciencias Sociales en general. Como se recordará, incluso el día del referéndum dichos instrumentos para conocer la opinión de los electores daban ventajas de 1 a 5% a la opción de la permanencia en la Unión Europea. Así como en otros casos, por alguna razón, el encuestado no responde con certeza respecto de sus opiniones y decisiones.
Cinco Hay asuntos de tal magnitud, profundidad y efectos, que estos no pueden ser dejados a la opinión de la ciudadanía en general. Esta lección, aunque pareciera ser un ataque al corazón mismo de la democracia, no lo es. Fue claro que en el debate en los medios británicos prevaleció la consigna sobre el argumento. En efecto, para determinaciones como abandonar la Unión Europea existen procedimientos, estructuras, leyes, acuerdos y asambleas que representan de forma organizada a esa misma ciudadanía. El debate de la propuesta para abandonar o no la Unión Europea se dio en el Reino Unido sin una hoja de ruta por parte de los dos principales partidos políticos. Tan es así, que Cameron y Jeremy Corbyn han perdido la confianza de sus pares en el Parlamento. Conservadores y laboristas agregan al evidente caos político del Reino Unido la ausencia de liderazgos consistentes para conducir el sinuoso camino de la separación de la Unión Europea.