ALGUNAS (NUEVAS) CONSIDERACIONES GEOPOLÍTICAS PARA MÉXICO

“El ambiente del juego y el rejuego de intereses estratégicos mundiales se encuentra a favor de nuestro país”.

Javier Oliva Posada
Columnas
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Sin duda se debe partir, para un análisis en esta materia, del hecho de que la materialidad de la geografía es inmutable: que pueden sucederse culturas, guerras, cambios de gobiernos, modificaciones en las delimitaciones fronterizas, migraciones, catástrofes naturales (sequías, terremotos, inundaciones, incendios) en el mismo espacio físico, pero las condiciones específicas del territorio y el mar no cambian. Claro, salvo verdaderas excepciones (nuevas islas producto de erupciones o deslaves en tierra firme).

Pero esas no son las variables a incorporar en lo que —propongo de forma un tanto audaz— podemos observar en la preponderancia que cobra México en el contexto geopolítico continental y mundial a partir de que nuestro continente es el único que va de polo a polo; es decir, se trata de una gigantesca isla en la que nuestro país es el punto de contacto entre Latinoamérica y la América anglosajona.

Aunque esto no es ninguna novedad, sí lo es en cambio que ante las nuevas dinámicas y rejuegos de intereses mundiales, en medio de un nuevo ambiente económico, militar y de comunicaciones digitales/satelitales, la ubicación en cuanto a la frontera con Estados Unidos y la estratégica costa del Océano Pacífico adquieren una dimensión de mayor complejidad e interdependencia.

El constante crecimiento del comercio con China hace en efecto que el Océano más grande del mundo también se convierta en la principal ruta marítima, en la que además de los puertos mexicanos, desde Canadá hasta Chile haya un intercambio intenso.

De acuerdo con datos de la Organización Mundial de Comercio (OMC) hasta 90% del flujo de mercancías se hace por barco. Pero además, como sabemos, en los litorales del Golfo de México el Puerto de Veracruz cuadruplica su capacidad e infraestructura para convertirse en una de las instalaciones portuarias más importantes de la costa atlántica del continente. Todo esto sin dejar fuera, desde luego, los recursos naturales no renovables (minería) con los que cuenta el país.

Estrategia

Lo anterior sin dejar de lado, por supuesto, el proceso de construcción del sistema multimodal en el Istmo de Tehuantepec, que conectará y hará realidad una antigua aspiración en cuanto a una obra de infraestructura que sin duda modificará y agilizará el transporte de personas y mercancía.

Ahora bien, por lo que se refiere a la tierra seca o macizo continental México cobra relevancia a partir, por ejemplo, de las rivalidades estratégicas y militares entre Estados Unidos y, de nueva cuenta, China.

Sobre todo luego de la salida de EU de Afganistán, programada para el 31 de este mes, que dejará como principal protagonista a China, pues aunque pequeña hay una frontera entre ambos países y los temores de una expansión del extremismo de inspiración islámica son una realidad.

Aunque es breve la frontera, son 78 kilómetros en una zona inhóspita. Esto significa que de acuerdo a la atención estratégica y de intereses para su seguridad nacional Estados Unidos reorganizará sus prioridades, como ya anunció el presidente Joseph Biden.

Y en ese aspecto, como se observa en el perfil de los funcionarios que visitaron México en los últimos días, la cuestión de la cooperación y colaboración se actualiza y sobre todo se pretende fortalecer y por tanto armonizar.

De ahí que, de nueva cuenta, el ambiente del juego y el rejuego de intereses estratégicos mundiales se encuentre a favor de nuestro país, en el mejor y constructivo sentido de la frase.