DIVERSIFICACIÓN DE LAS TAREAS PARA LAS FUERZAS ARMADAS

Javier Oliva Posada
Columnas
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En fechas recientes en los medios de comunicación y en la opinión pública de nuestro país se viene analizando y polemizando en torno de las atribuciones que le competen a las Fuerzas Armadas y cuáles no. A pesar de la relevancia del tema no se considera lo que sucede en otras latitudes a propósito del mismo asunto. Es decir que lo que vemos en las decisiones del presidente Andrés Manuel López Obrador ni es exclusivo de México ni menos aún se trata de un caso excepcional. Se pueden citar varios e ilustrativos casos a propósito, por ejemplo, de la epidemia.

En efecto pudimos apreciar en noticiarios europeos cómo el ejército e infantería de Italia transportaba los catafalcos de las personas que habían lamentablemente fallecido a causa del virus: ante la insuficiencia de las oficinas, servicios públicos y empresas privadas el gobierno decidió echar mano de los militares.

Lo mismo pudimos observar en la instalación de hospitales de campaña en varias partes de España, mediante los cuales las Fuerzas Armadas de ese país colaboraron de manera intensa para atender y prevenir nuevos casos de infección.

Aún más cerca podemos referir el caso de Colombia, donde incluso se califica al ejército nacional como una organización socialmente responsable.

Un trabajo escrito por David Vargas Losada en 2014 y publicado por la Universidad Militar de Nueva Granada profundiza sobre la labor de las Fuerzas Armadas, por ejemplo, como un detonante del desarrollo económico local en apego al respeto al medio ambiente, atendiendo las necesidades de la población y tomando en consideración los derechos humanos.

Tendencia

Las instituciones, para mantenerse como un recurso de utilidad para los gobiernos y comunidades, requieren de constantes revisiones y adaptaciones. Ello de ninguna forma implica pérdida de identidad. Menos aún en las Fuerzas Armadas de México y otras partes del mundo. Se trata, como se observa, de procesar las exigencias del entorno, de valorar la ampliación de las agendas de seguridad, así como revisar la naturaleza de los constantes antagonismos que los juegos geopolíticos y de intereses significan para los Estados.

En este sentido las tareas que en los últimos años han ido asumiendo las Fuerzas Armadas en México son resultado de la confianza y reconocimiento que el tomador de decisiones tiene sobre estas.

Recurrir a las capacidades de su cobertura territorial, organización, disciplina y sobre todo compromiso con el país les convierte en una opción que ante la gravedad de los problemas nacionales ofrece respuestas oportunas y consistentes. En varias democracias contemporáneas las agendas de las Fuerzas Armadas se han vuelto más amplias y complejas. En consecuencia sus integrantes se adaptan preservando la naturaleza de la profesión de las armas y este punto es lo que garantiza la viabilidad en el cumplimiento de decisiones de los gobiernos en cuanto a la atención a las principales preocupaciones sociales.

En este mismo sentido puede observarse la agenda de adiestramiento y capacitación de los países europeos integrantes de Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). Allí está el hospital de campaña administrado por militares de Reino Unido en Sudán del Sur y que atiende mil 800 camas. También el levantamiento de algunas de sus alas para tratar de la mejor forma a los pacientes corrieron por su cuenta.

Se trata de una tendencia extendida.