ESPECULACIONES

Javier Oliva Posada
Columnas
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El proceloso y seductor ambiente de las especulaciones, suposiciones, rumores y demás manifestaciones inherentes a procesos complejos como el aquí comentado no deben o no debieran sustituir la información validada, comprobada, documentada y expresada de manera firme y clara por las autoridades tanto de México como de Estados Unidos. El formal desistimiento de la autoridad judicial en Nueva York respecto de los cuatro delitos de los que se acusaba al exsecretario de la Defensa Nacional es significativo. Y de acuerdo al compromiso asumido en nuestro país por la Fiscalía General de la República en breve se revisará el expediente remitido para evaluar si hay sustancia o no en las acusaciones.

Pero también debemos abordar el delicado asunto con dos variables que responden a la lógica del sistema político estadunidense.

En primer lugar destacan los naturales ajustes que implica la llegada de una élite política y burocrática al relevo del actual equipo gobernante. La fecha establecida por las leyes de aquel país precisan el 20 de enero como el fin del viejo cuatrienio y el comienzo del nuevo. La polarización alcanzada por la sociedad abre las puertas para que los intentos de reconciliación sean para Joe Biden, desde sus primeros minutos como presidente, una absoluta prioridad.

La segunda variable atiende a la tradicional rivalidad entre las agencias civiles en materia de seguridad e inteligencia. Hay una gran cantidad de testimonios que dan plena prueba de que dicha situación se presenta de manera recurrente cada vez que se aproximan las asignaciones de los presupuestos y recursos fiscales en esas materias.

Ni los resultados electorales ni las rivalidades interagenciales las podemos dejar de lado en nuestro análisis para comprender que el caso del general Salvador Cienfuegos es un campo propicio para observar la lógica de ese sistema político; con esos elementos la situación adquiere otra dimensión en lo que se refiere a la determinante cooperación entre México y Estados Unidos en materia de intercambios de información oportuna para contener y disuadir las actividades de las organizaciones criminales, para empezar, en la franja fronteriza.

Beneplácito

Ahora bien, con documentos oficiales, pronunciamientos públicos de autoridades así como la forma en que aborde la investigación la Fiscalía General de la República nos alejaremos de las suposiciones y especulaciones: ¿qué sigue en este caso?

Primero, el estudio a profundidad del expediente enviado por el Departamento de Justicia norteamericano a su contraparte mexicana. Según los datos públicos se trata de un legajo de poco más de 600 hojas, las cuales contienen las supuestas pruebas de cuatro delitos que se le imputaban al exsecretario de la Defensa, mismos de los que se desistieron en la Corte Federal en Nueva York. Del contenido y sustancia de las pruebas será posible o no documentar la responsabilidad de una agencia como la DEA en la formulación de un caso que bien puede cambiar la historia de cooperación y confianza en un sentido positivo y que a ambos países interesa.

Para el gobierno mexicano y las autoridades que participaron en la formulación del acuerdo desde luego que se trata de un resultado más que satisfactorio.

Es muy probable que también en el ambiente de las Fuerzas Armadas haya beneplácito por el retorno del general libre de cargos.

Por último y muy importante: debe recordarse que las acusaciones proceden de testigos protegidos que en la búsqueda de una pena de cárcel menor aportan datos que con frecuencia resultan ficticios.